La oleada de críticas al gobierno de Estados Unidos por la separación de niños y padres de familias de indocumentados tuvo eco en México.
El canciller de México, Luis Videgaray, consideró la política como inaceptable: “No podemos permanecer indiferentes ante una situación inhumana y cruel como la separación de familias en la frontera”.
Sin embargo, México no tiene un manejo del fenómeno migratorio del que pueda enorgullecerse, como han documentado observadores ciudadanos.
El país ha detenido y puesto bajo proceso migratorio -que en muchos casos incluye la separación de sus padres- a más de 138.000 menores de edad durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
De ellos, casi 73.000 estaban acompañados, mientras que los otros 65.000 viajaban sin ninguna compañía.
Aunque en México no existen las “jaulas” o “hieleras” de detención que causaron críticas al gobierno de Donald Trump, defensores de derechos de los migrantes han señalado que las condiciones de detención y procesamiento de migrantes no son menos graves.
Hay algunos centros de retención en los que los migrantes, incluidos niños, no salen al aire libre durante días.
El año pasado, un monitoreo ciudadano detalló 156 observaciones, la mayoría sobre deficiencias y violaciones a derechos humanos, en centros de detención migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM).
Una veintena de señalamientos tocaban problemas que afectan a niñas, niños y adolescentes.
“Predominan las largas privaciones de libertad en el caso de niños y adolescentes, especialmente en el norte del país”, dice el reporte del Consejo Ciudadano del INM (CCINM).
Y aunque las autoridades del INM y representantes del CCINM aseguraron a BBC Mundo que en México no se da una separación de niños de sus padres como ocurre EE.UU., el cómo se atiende esta problemática en México no deja de ser preocupante.
“Las estaciones migratorias son espacios de privación de libertad. Es un encierro. Y sabemos que eso tiene graves consecuencias psicológicas en los niños y adolescentes”, señala Dora Giusti, jefa de Protección de la Infancia de UNICEF México.
¿Cómo se procesa a los menores migrantes?
Los datos oficiales indican que de 2012 a la fecha el 97% de los niños migrantes detenidos en México son originarios de países de América Central, principalmente Honduras, El Salvador y Guatemala.
El país pasó por un gran aumento de menores migrantes de 2014 a 2016 que se tradujo en un alto número de detenciones.
Cuando viajan con sus padres, o solo uno de ellos, los menores son llevados a una de las 46 estaciones provisionales que hay en el país y ahí pasan unas horas, en teoría.
Después son canalizados a 6 estaciones llamadas “concentradoras” de migrantes -de donde son deportados- en donde se llega a dar la separación niños y padres.
En el caso de los varones, todo depende del género y edad: niñas y niños pueden permanecer con sus madres, a menos que sean adolescentes mayores, entonces son llevados a un área aparte.
Pero las niñas y las adolescentes que viajaban únicamente con su padre son separadas por prevención contra los abusos.
El problema es que las autoridades del INM no aplican un criterio uniforme sobre separación, además de las frecuentes condiciones negativas de detención de los menores, como denuncia el Consejo Ciudadano.