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En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cada 25 de noviembre, las movilizaciones realizadas en la capital del país concluyeron de manera pacífica y con saldo blanco, informó el Gobierno de Ciudad de México.
Según las autoridades, alrededor de mil 500 personas participaron en las actividades, que incluyeron un mitin en el Zócalo capitalino.
Bajo la coordinación de la Secretaría de Gobierno (Secgob) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), se desplegó un operativo interinstitucional con la participación de 400 mujeres policías del agrupamiento Atenea, personal de tránsito, Protección Civil y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
Aunque se registraron algunas pintas en mobiliario urbano y establecimientos sobre la Avenida 5 de Mayo, no hubo mayores incidentes.
“Estas movilizaciones nos recuerdan nuestro compromiso de garantizar espacios seguros para que mujeres y niñas puedan desarrollarse libremente”, indicó la administración capitalina en un comunicado, subrayando que continuará trabajando para erradicar todas las formas de violencia de género.
Las voces de la marcha 25N
La protesta no sólo fue pacífica, sino también poderosa, con consignas, cantos y testimonios que resonaron en las calles.
“Seguimos acá, desde la dignidad, desde la digna rabia; esa es la que nos mueve, la memoria de todas las que nos hacen falta” expresó Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín, víctima de feminicidio:
Las participantes, muchas de ellas sobrevivientes de violencia o madres de víctimas, dejaron claro que su lucha es por memoria, justicia y transformación.
“Como mujeres ni calladitas, ni sumisas, nos han manipulado, nos han hecho creer que nos quieren y por eso nos dominaron, pero no más. El día de mañana, tendremos noticias de por lo menos 11 a 13 feminicidios a lo largo y ancho de este país”, dijo una Asistente a la Marcha.
Hoy ellas se volcaron a las calles por las que hacen falta, por las que fueron golpeadas, por las que fueron discriminadas, por las que fueron acosadas, por las que guardan silencio para exigir un alto a la violencia de género.
Gritaron la sobrevivientes de intento de feminicidio y las madres, cuyas hijas, hoy no están.
Petra Hernández, quien perdió a su hija Susana Sarahí hace cuatro años a manos de su esposo, compartió su dolor y lucha: “Nos costó, luchamos mucho para que se le hiciera justicia. Le diría que la amo mucho y que quisiera que estuviera aquí conmigo”. Cuyo feminicida fue condenado a pasar 55 años en prisión.
Protestaron por las que han enfrentado la violencia vicaria.
“Ya es un mes que no sé nada de mi hijo, mi hijo todavía yo todavía le daba de mamar, lo alejaron de mí, mi hijo ha de pensar que lo abandoné, de no verme ya de un día a otro”, alzó la voz Alexa Moreno, asistente.
En México, siete de cada diez mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia, y cada día se reportan entre 11 y 13 feminicidios en el país, según colectivos feministas.
Durante la marcha, las participantes dejaron sus huellas en un mural para señalar las violencias que han enfrentado: psicológica, sexual o física.
Las manifestaciones en Ciudad de México se sumaron a movilizaciones en otras entidades del país.
En Puebla, Morelos, Nuevo León y Chiapas, colectivos feministas exigieron justicia y acciones concretas contra la violencia de género.
El 25 de noviembre es una fecha que recuerda la urgencia de un cambio profundo, día en que ellas demostraron, una vez más, que las mujeres existen, porque resisten.
