EFE.- Los 37 mil 485 casos oficiales de personas desaparecidas en México son apenas lapunta del iceberg en el aumento de violencia e inseguridad que se registra en este país en los últimos años.
De esta tragedia uno de los datos más impactantes es que de todos los miles de desaparecidos solo se han identificado 340, menos del 1 por ciento.
Según el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, “seguramente es mucho más grande el número de personas desaparecidas, pero tenemos que basarnos en datos oficiales”.
“Este es uno de los temas más dolorosos y complejos que resiente nuestro país”, dijo.
Una muestra de la tragedia lo constituye el numero de cadáveres que se amontonan en las morgues o incluso en camiones, ya que las autoridades forenses están desbordadas.
A mediados de septiembre, el hallazgo de dos contenedores de refrigeración con más de 300 cadáveres en Guadalajara, oeste de México, puso de manifiesto el nivel del problema de desapariciones que en este país.
En aquel momento, el extitular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), Luis Octavio Cotero, contó a Efe que la capacidad de los refrigeradores de la institución era de 72 cuerpos “pero tienen 144 porque había que forzar un poquito la capacidad”.
Explicó que al ver que los “cuerpos se estaban descomponiendo, la fiscalía tuvo la necesidad de contratar desde hace dos años ese (primer) camión refrigerante”, que en un inicio contenía 200 cuerpos, aunque 100 cuerpos fueron identificados.
Apenas el martes, las autoridades de Jalisco encontraron 16 cadáveres en dos fosas clandestinas en el Municipio de Tonalá, que se suman a los 67 los cuerpos hallados en diez fosas clandestinas desde junio pasado en los municipios de Tlajomulco, Tlaquepaque, El Salto y Juanacatlán, que forman parte de la zona metropolitana de Guadalajara.
Ante la falta de certeza y de los limitados resultados de las autoridades, distintos colectivos de los estados de Veracruz, Sinaloa, Coahuila, Tamaulipas, Morelos, Guerrero y Michoacán se han dado a la tarea llevar a cabo sus propias búsquedas e investigaciones.
Uno de ellos es el Colectivo Solecito, una organización de madres y familiares de desaparecidos que ha encontrado numerosas fosas clandestinas, una de ellas en la que se localizaron 300 cadáveres, una de las más grandes del país.