La seguridad es el tema que más motivó el voto de hombres y mujeres en esta elección. Sin embargo, y a partir de una revisión de la información presentada por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE, 2017), no se puede asumir que la vivencia de la inseguridad es igual para hombres que para mujeres. Hay un escenario muy grave de violencia de género en México, que se ha duplicado en los últimos años. A esto se le suma la casi ausente respuesta por parte del Estado.
El gran cuestionamiento y el gran reto es cómo el nuevo gobierno federal y los estatales desarrollarán e implementarán estrategias de seguridad con enfoque de género.
Según el Instituto Nacional Electoral (INE), las mujeres representan el 51.85% de la lista nominal de electores y los hombres el 48.15%. Las mujeres representan poco más de la mitad del listado. De acuerdo con datos de la encuesta de salida realizada por SIMO Consulting durante la jornada del 1 de julio, en términos generales – sin importar el candidato por el cual votaron- el tema que más les preocupa y que más motivó la elección de las mujeres fue la seguridad con el 26%. Seguido por la corrupción con un 19%, y, por último, la pobreza con el 17%. Se observa que de igual forma, el 25% de los hombres coincidió en el tema de la seguridad como su principal preocupación y motivador del voto. Cómo se observa, los datos son claros: la seguridad tiene un peso muy relevante en esta elección, tanto para hombres como para las mujeres, independientemente de por quién votaron. Sin embargo, y a partir de una revisión de la información presentada por la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE, 2017), sería reduccionista asumir que la vivencia de la inseguridad es igual para hombres que para mujeres, especialmente en un país como México.
La ENVIPE (2017) estimó que el 76.9% de las mujeres piensa que vivir en su entidad es inseguro frente al 71.3% de los hombres que perciben esta inseguridad en sus entidades correspondientes. Las mujeres se sienten más inseguras que los hombres al encontrarse en diversos lugares públicos o privados. Esta misma encuesta muestra que el 73.6% de las mujeres manifiesta que se siente insegura en el transporte público en contraste con el 66.4% de los hombres; diferencias que se repiten en otro tipo de espacios públicos y privados como calle (71% de las mujeres y 64.8% de los hombres), parques (60.8% de las mujeres y 50.4% de los hombres), centros comerciales (55.1% de las mujeres y 43.5% de los hombres), el trabajo (34.4% mujeres y 30.1% hombres) o incluso la propia casa (23.4% de las mujeres y 18.6% de los hombres). Siendo la violencia sexual una de las que más ocurre en la calle en contra de las mujeres (ENDIREH INEGI, 2016).
Sería reduccionista asumir que la vivencia de la inseguridad es igual para hombres que para mujeres, especialmente en un país como México.
Y no solo las percepciones sobre violencia y seguridad son diferentes entre hombres y mujeres, son las expresiones mismas de la violencia las que son distintas. En la mayoría de los casos, es su condición de ser mujer las que las pone en niveles más altos de vulnerabilidad que a los hombres. Según ONU Mujeres México, en el país 9 de cada 10 mujeres han sufrido algún acto de violencia en el transporte público, 50% de las mujeres manifiestan que han sufrido violencia en su comunidad o colonia a lo largo de su vida y el 38% de las mujeres a nivel nacional han sido víctima de violencia sexual (ENDIREH, 2011). Es un hecho en el que han insistido diferentes investigadores, activistas y organizaciones de la sociedad civil, en términos informales, pero también a través de informes y recomendaciones como las de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en el 2012, las que ONU Mujeres hace año con año a México . Entre 2007 y 2016 en México fueron asesinadas 22 mil 482 mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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