La guerra comercial que estalló entre Estados Unidos y China, principales economías del mundo, no afectará directamente a México. Incluso, puede convertirse en oportunidad para que el sector manufacturero nacional fabrique muchos productos chinos que el gobierno del presidente Donald Trump determinó gravar con un arancel de 25 por ciento, en los cuales la industria mexicana también es deficitaria, aseguró Arnulfo Gómez, especialista en comercio exterior de la Universidad Anáhuac, quien fue asesor de Canadá en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Desde el pasado 7 de julio, China y Estados Unidos comenzaron a aplicarse aranceles a sus importaciones por un monto que alcanza 34 mil millones de dólares. En un primer paquete, el gobierno de Trump impuso tarifas de 25 por ciento a 818 productos chinos de la industria aeroespacial, autopartes y tecnología informática, pero amenazó con incrementarlos a 550 mil dólares, monto que supera los 506 mil millones que Pekín exportó a ese país en 2017.