A decir del Consejero Político del PRI en Chiapas, Alfredo Araújo, la ciudadanía en estos momentos ve a dicho instituto político como el peor partido. «El tricolor está en terapia intensiva, aunque todavía lo puede salvar una vacuna».
En su particular análisis el Revolucionario Institucional en Chiapas está desrinado a desaparecer de continuar con un dirigente como Rubén Zuarrth, pues éste solo busca «colgarse» de algunos priístas que lograron triunfos gracias a su propio arraigo, como en el caso de Mario Guillén, en Comitán.
Calificó al PRI como «una banda de allegados de Zuarth» que viven engañados, los cuales no obstante saben que nunca ganarán una posición uninominal, por lo que todos están tras las Regidurías plurinominales.
El otrora funcionario estatal reconoció que son los mismos militantes del PRI los artifices de la debacle del partido. «La caída viene desde el año 2000 en que fue candidato presidencial Labastida, pero ganó Fox por los excesos y escándalos de corrupción en el tricolor».
Subrayó que dos sexenios más tarde se recuperó la Presidencia al ganar Peña Nieto, por lo que se pensó que el organismo político habia aprendido de sus errores y recuperó la confianza de los mexicanos, pero no fue así.
«Esos seis años Penistas fueron de corrupción y de excesos de algunos actores políticos, por lo que la población se siente defraudada y votó ppr la opción que hoy día nos gobierna», dijo.
Estimó que el PRI, ante la nueva derrota, debió haber hecho una reingenieria, componer todo lo que hizo mal y buscar nuevamente acercarse al electorado. Y la gente no exige mucho, sino que los representen personas honestas y capacitadas», externó.
Sin embargo, el PRI Chiapas tiene como dirigente a la antitesis de la honorabilidad, mientras a nivel nacional se tiene a un líder en quien recaen serias acusaciones de corrupción durante el tiempo que fue gobernador en Campeche.
