Eme Equis
En el penal de máxima seguridad antes conocido como “Almoloya” ya preparan la cama de piedra donde podría dormir el gobernador de Tamaulipas: una celda aislada, vigilada, con foco nuevo y cerradura revisada sería su próxima casa, lejos de sus fastuosas propiedades.
Minutos antes de que un juez federal otorgó una orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero contra el gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, una llamada clave para el futuro del panista salió desde la alcaldía Miguel Hidalgo, al poniente de la Ciudad de México.
El telefonazo salió desde la colonia Tlaxpana y cruzó más de 60 kilómetros hasta repicar en la colonia Centro en el municipio de Villa de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
De un lado de la línea estaba un funcionario destacado del Órgano Desconcentrado de Readaptación Social, una dependencia de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que lidera Rosa Icela Rodríguez; del otro lado, un burócrata del turno vespertino de la cárcel de máxima seguridad “El Altiplano”, antes conocida como “Almoloya”.
Una fuente cercana al gabinete de seguridad –quien pidió omitir su nombre por temor a represalias– narró a EMEEQUIS el motivo de esa llamada, cuyo contenido se convirtió en un secreto a voces: solicitar una celda limpia y segura para Cabeza de Vaca.
El telefonazo alertó al personal penitenciario que un juez del Centro de Justicia Penal del Consejo de la Judicatura Federal había determinado que, por fin, tras 19 días de intentos, el gobernador panista ya podría ser detenido y trasladado a una prisión.
También les aseguraron que, hasta donde sabía el gabinete de seguridad, Cabeza de Vaca seguía en México, pues en las últimas horas había estado en el municipio tamaulipeco de Mante, a 380 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, lo que complicaba su escape por tierra hacia McAllen, Texas, donde él y su familia poseen varias propiedades.
DE GOBERNADOR A “PPL”
Así que en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 debían estar preparados: existía la posibilidad de que Cabeza de Vaca fuera detenido en las próximas horas y que el juez federal ordenara prisión preventiva en “El Altiplano”.
De inmediato, el personal penitenciario activó los protocolos que se han diseñado para recibir a internos de alto perfil, pero que no son considerados PPL (Personas Privadas de la Libertad) violentos, como capos del crimen organizado o delatores de grupos delictivos.
Para preparar la llegada de Cabeza de Vaca se siguió el mismo modelo que se usa con políticos de alto perfil, prominentes abogados de la mafia o criminales de cuello blanco, como Gerardo Sosa, exrector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Ese protocolo incluye una celda aislada, donde no tenga contacto con algún interno que pueda poner en riesgo su vida, pero siempre vigilada por un custodio, que debe observar en todo momento al PPL, para evitar que se autolesione o se suicide.
La celda también debe estar recién inspeccionada para revisar que no haya mensajes ocultos escritos en las paredes ni fallas en la construcción que puedan servir al interno para construir alguna herramienta prohibida en el penal. También debe estar limpia y seguir un riguroso chequeo: desde el foco hasta la cerradura deben estar en condiciones óptimas para garantizar que no habrá escape.
A LA PEOR CÁRCEL DEL PAÍS
Por motivos de seguridad, la fuente consultada por EMEEQUIS no reveló el pasillo en el cual se prepara la estancia de Cabeza de Vaca, pero afirmó que se encuentra apartada del temido pasillo 2, donde están las celdas de “tratamientos especiales”, es decir, las mazmorras elegidas para los internos más peligrosos y donde la vida es un largo suplicio.
En ese pasillo han vivido, por ejemplo, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa; Édgar Villarreal “La Barbie”, sicario de los Beltrán Leyva; Daniel Arizmendi “El Mochaorejas”, infame secuestrador; Servando Gómez “La Tuta”, creador de La Familia Michoacana y más.
Recientemente, dos grandes figuras salieron de la prisión de máxima seguridad del “Altiplano”, descrito hasta por los hombres más duros como un infierno en la tierra: Héctor “El Güero” Palma, socio de “El Chapo” Guzmán, y Abigael González Valencia “El Cuini”, cuñado de Nemesio Oseguera Cervantes, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Estos dos capos, pese a su fama de violentos y desalmados, no resistieron el duro régimen del penal federal: en distintos momentos de su estancia en la “vieja Almoloya” narraron abusos físicos y psicológicos de los custodios, castigos desmedidos por acciones cotidianas como quedarse dormidos en los pases de lista o raciones de comida descompuesta y maloliente.
Se trata del peor penal federal de todos los que dirige el gobierno mexicano, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos en su “Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019”: “El Altiplano” tiene una calificación de 6.67, la más baja de todas, principalmente por la deficiencia de servicios de salud y la violencia en sus instalaciones.
Acaso, el mejor beneficio del que gozaría Cabeza de Vaca, si es arrestado y puesto ahí en prisión preventiva, es un lujo al que muchos internos no acceden: un uniforme limpio como bienvenida.
ORDEN, ALERTA Y FICHA ROJA
Tras conocerse la orden de aprehensión en contra del gobernador panista, tres acciones se desataron en cadena para ponerlo en una celda lo antes posible.
A las 4:57 de la tarde, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Santiago Nieto, informó que había ordenado el congelamiento de las cuentas bancarias de Cabeza de Vaca.
“He ordenado el congelamiento de cuentas de la red de Francisco G. por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita. 12 personas físicas y 25 jurídicas. Cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad, sobre todo a quienes se creían intocables”, escribió Santiago Nieto en sus redes sociales.
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Luego, a las 8:27 de la noche, la Secretaría de Gobernación, a través del Instituto Nacional de Migración, comunicó que se había emitido una alerta migratoria a nombre de Francisco Javier García Cabeza de Vaca para impedir que abandonara el territorio mexicano por aire, mar o tierra.
Una hora después, la Fiscalía General de la República confirmó a reporteros de la fuente que se había solicitado formalmente a la Policía Internacional (Interpol) una ficha roja contra el mandatario panista ante los rumores de que habría abandonado el país.
Con el triple cerco sobre Cabeza de Vaca –orden de aprehensión, alerta migratoria y ficha roja–, el mandatario dio señales de vida, en sus redes sociales, a las 10:11 de la noche, en una carta en la que insistía en que su posible arresto tiene una motivación política y que la orden de aprehensión va en contra de la decisión del Congreso estatal de mantener su fuero.
“No me han dejado defenderme. Ahora violentan la decisión de un Congreso soberano y, peor aún, desoyen una determinación judicial del máximo Tribunal del país.
“Como lo he hecho desde que esta andanada política y mediática inició, me defenderé frente a estas falsas imputaciones. Estoy consciente de que el piso no es parejo y que la ley ha quedado sepultada por el capricho”, escribió el aún gobernador.
En la carta, elaborada mientras se preparaba su celda y su uniforme como interno del penal del “Altiplano”, estaba escrito cuándo fue redactada: 19 de mayo de 2021. Pero, para extrañeza del país, Cabeza de Vaca omitió un dato importante: desde dónde la redactó el hoy prófugo de la justicia.