Ciudad de México. En cuatro de cada diez familias capitalinas se vive un entorno de violencia hacia los niños, bajo la justificación de que “se portan mal”, es la única herramienta para educarlos, los papas están enojados, por costumbre o cuestiones culturales, afirmó Nashieli Ramírez.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal denunció que “el sentido de los golpes y el maltrato infantil se ha ido incrementando” y provocado que 66 por ciento de los usuarios de los albergues de mujeres víctimas de violencia, sean sus hijos.
La dimensión del problema es “muy grande” y aun cuando el organismo es el único en el país con posibilidad de recibir quejas de los niños, no tiene ninguna; mientras en las líneas telefónicas de Locatel y Consejo Ciudadano se reporta un promedio diario de cinco casos.
El rompimiento de las redes de apoyo que funcionaban en la ciudad, con las familias extensas o el apoyo de vecinos, para el cuidado de los niños, quienes están más tiempo solos, mientras los papás se han volcados al trabajo, ha contribuido a esta problemática.
Durante el encuentro intersectorial: “agenda de prioridades para poner fin a la violencia de niñas, niños y adolescentes” señaló que esta situación se ha traslado al espacio público, a través de las redes sociales, donde son víctimas de violencia escolar o bullying.
A través de éstas redes, afirmó, la policía cibernética ha detectado redes de enganche de trata con fines labores u otros y de explotación sexual, porque no hay capacidad de los adultos de cómo ayudar y contener a los niños a participar, cuando es un peligro eminente.
“No hay país o espacio donde no haya violencia hacia la infancia, la cual no respeta clases sociales y solo cambia el instrumento con que se infringe, el cinturón, por una cinta, porque su práctica sigue presente, cuando es previsible y se puede erradicar”, puntualizó.
El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, Ricardo Bucio, señaló que 63 por ciento de los reportes recibidos por esta población señalan que han sido víctimas de castigo corporal, intrafamiliar y acoso escolar.
La violencia contra ellos se está asumiendo como una disciplina y es invisible, cuando todos los días conocemos de tres homicidios, que “no podemos normalizarla, se requiere fortalecer los núcleos familiares y las autoridades actúen”, dijo.
El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México, Christian Skoo, destacó que la violencia es una de las más grades barreras para que los niños se desarrollen; y su erradicación debe ser una prioridad para los gobiernos.
México, recordó, fue uno de los primeros países que se sumaron a esta alianza global contra la violencia y en el corto plazo trabajará en su prevención, en las causas que la generan, al atender su agenda de prioridades y ruta de consensos.
