DW
Miles de jóvenes iraníes volvieron a salir a las calles este domingo (30.10.2022) en distintas ciudades del país, a pesar de la advertencia de la poderosa Guardia Revolucionaria, que el sábado les había recomendado que dejaran de manifestarse y está aplicando una fuerte represión en las universidades, en unas movilizaciones que se están volviendo cada vez más violentas.
Estudiantes se reunieron el sábado y domingo en varias ciudades del país, en claro desafío a la advertencia del general Hossein Salami, que les dijo «no salgan a las calles”. El domingo, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y dispararon contra los estudiantes en Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán, de donde era originaria Mahsa Amini.
Recordemos que la muerte de esta joven el 16 de septiembre, tres días después de haber sido detenida por supuestamente no usar bien el velo e ingresada en estado grave a un hospital, desató una oleada de manifestaciones que tiene en apuros al régimen. Las protestas también se dieron en numerosos centros universitarios, que fueron fuertemente reprimidas por los basiji -milicia fiel a la República Islámica- con el uso de gases lacrimógenos y palizas.
«Es culpa de EE.UU.”
Según activistas, también se han producido numerosas detenciones de estudiantes. La misma tarde de la advertencia de Salami, los jóvenes salieron a las calles a exigir el fin de la dictadura de los ayatolas y se vio un recrudecimiento en la represión. «Hasta ahora los estudiantes pudieron protestar en un clima de relativa libertad», dijo una fuente universitaria a EFE. «Esto se acabó», añadió esta fuente, que prefirió mantener el anonimato.
Según Iran Human Rights, una ONG con sede en Noruega, miles de personas han sido detenidas en Irán desde el inicio de la represión, incluidos periodistas, estudiantes, abogados y más de 500 activistas de la sociedad civil. Los dirigentes iraníes siguen responsabilizando a los «enemigos» de Irán, que incluyen a Estados Unidos e Israel, por lo que sucede en el país. También acusan a los periodistas de haber sido «formados» con el objetivo de derrocar al régimen.