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Imprentas, editoriales y librerías, en riesgo inminente: Caniem

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• Hizo un llamado a que se establezcan medidas que protejan el empleo y permitan la subsistencia de la cadena de producción y venta de libros

MISAEL AUTE

“Las ventas de libros en el mercado se han desplomado y con la contingencia sanitaria quedaron suspendidas. En consecuencia, la producción de libros también verá drásticamente disminuidas sus actividades, lo cual coloca a las imprentas, editoriales y librerías del país en riesgo inminente de desaparecer”.
La aseveración pertenece a Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), quien aseveró que la emergencia de salud producida por la pandemia de Covid -19 pone a prueba la capacidad de respuesta y de organización de toda la humanidad.
“Las empresas de la cadena del libro, atentas al momento por el que pasamos, estamos buscando modos de apoyar las medidas de mitigación decretadas por la Secretaría de Salud y en atención a lo solicitado por el Estado hemos suspendido, todas nuestras actividades por al menos un mes”, recordó.
Aseveró que el papel de los libros y la lectura en el confinamiento y la cuarentena a la que la mayoría de la población debe someterse es esencial, pues contribuye, como otras manifestaciones artísticas y culturales, a la reflexión informada, al disfrute de la creatividad y a la conciencia del momento por el que se pasa, además de ser el sostén de la educación de la sociedad.

MEDIDAS URGENTES

Aseveró que como es imposible que el Estado asuma la producción de todos los bienes que requiere la operación y desarrollo del país, es indispensable que atienda las necesidades del sector productivo en bien de la población y se establezcan medidas que permitan la subsistencia de la cadena de producción y venta de libros. “La salud de la población y la salud de las empresas están indisolublemente ligadas: no puede existir una sin la otra”, insistió.
Arzoz Arbide consideró que la solicitud del Estado a las empresas privadas para que suspendan sus actividades al menos un mes con el fin de mitigar la transmisión de las infecciones del coronavirus pone a las imprentas, las editoriales, las librerías y demás actores de la cadena de producción y venta de libros en una situación de emergencia.
“Ante la inminencia de cierres de empresas, despidos masivos y destrucción de un sector clave de la economía, los impresores, editores y libreros del país planteamos algunas medidas inmediatas de estímulo y protección que se requieren para evitar este desastre”, dijo.
Señaló que es indispensable proporcionar apoyo financiero en varias modalidades. “La banca privada ha comenzado a dar pasos en ese sentido con su disposición a diferir pagos de distintos créditos hasta por cuatro meses, con la posibilidad de extender el periodo de gracia hasta seis meses”.

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