La Jornada
Estocolmo/París. Orange y Proximus eligieron a Nokia para que les ayude a construir redes de 5G en Bélgica, prescindiendo de Huawei en medio de la presión estadunidense para excluir a la firma china del suministro equipos de telecomunicaciones claves.
La decisión es una de las primeras entre los operadores comerciales europeos para dejar a Huawei fuera de las redes de próxima generación y llegan tras meses de presión diplomática de Washington, que argumenta que los equipos de la compañía china podrían ser usados por Pekín para espiar.
La capital de Bélgica, Bruselas, alberga la sede de la OTAN y del Ejecutivo y el Parlamento de la Unión Europea, lo que le convierte en un asunto de especial preocupación para las agencias de inteligencia estadunidenses.
«Bélgica ha dependido en 100 por ciento de los vendedores chinos para sus redes de radio y la gente que trabaja en la OTAN y la UE estaba haciendo llamadas telefónicas con esas redes», dijo John Strand, un consultor independiente danés de telecomunicaciones.
«Los operadores están enviando la señal de que es importante tener acceso a redes seguras», agregó.
Estados Unidos celebró las decisiones de Orange Belgium y Proximus, que tienen un acuerdo para compartir redes.
«Este es el último ejemplo de acuerdos de Huawei que se evaporan, así como una nueva confirmación de ese impulso mundial hacia los vendedores confiables», dijo Keith Krach, subsecretario del Departamento de Estado para crecimiento económico, energía y medio ambiente.
Huawei, el mayor proveedor mundial de equipos de telecomunicaciones, rechaza con fuerza las acusaciones estadunidenses y ha criticado duramente los llamados a su exclusión de los contratos de 5G.