decenas de marcas conocidas de cereales contienen un tipo de pesticida que está considerado cancerígeno, denunció el Grupo de Trabajo Ambiental (EGW, en sus siglas inglés) en un estudio publicado hoy.
Esta organización ecologista analizó 45 productos hechos de avena y determino que todos menos dos tenían rastros de glifosato, un herbicida que puede causar cáncer en animales y «probablemente» en humanos, de acuerdo a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
De esos, 31 tenían niveles por encima de lo que los científicos de EWG consideran seguros para los menores, que es de 0.01 miligramos por día.
Entre los productos que tenían rastros de glifosato se encuentran las marcas Cheerios, Quaker Old Fashioned Oats, Quaker Dinosaur Egg Instant Oats y Back to Nature Classic Granola, informó el canal de televisión CBS News, en base a los resultados del informe.
En un comunicado, el presidente de EWG, Ken Cook, lamentó el hallazgo:
Crecí comiendo Cheerios y Quaker Oats mucho antes de que estuvieran contaminados con glifosato. Nadie quiere comer un herbicida para el desayuno, y nadie debería tener que hacerlo», señaló.
El 10 de agosto, un jurado de California condenó a la multinacional Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que aseguraba que el cáncer terminal que padecía se debe a su exposición a un producto con glifosato.
Monsanto ha defendido el producto y ha afirmado que el glifosato «es seguro para el uso humano».
Tras el fallo, uno de los vicepresidentes de Monsanto, Scott Partridge, anunció que apelarán la decisión judicial y dijo que «más de 800 estudios y revisiones -y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y autoridades regulatorias en todo el mundo- apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer».
El glifosato ha generado una gran controversia en todo el mundo por los presuntos efectos perjudiciales tanto para la salud de las personas como para las tierras rociadas con productos que lo contienen.
VÍA EFE