En el último año de Rosario Robles al frente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la dependencia federal ejerció de manera irregular más de mil 142 millones de pesos del presupuesto total aprobado para 2018
Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.
El informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) correspondiente al último año de la administración de Enrique Peña Nieto señala que la dependencia recurrió a empresas fantasma para la contratación de bienes y servicios, realizó adjudicaciones directas para favorecer a ciertas empresas y pagó servicios y bienes que no le fueron proporcionados, mientras que en otros casos pagó dos veces.
La revisión del órgano fiscalizador indica que la Sedatu tampoco acreditó debidamente algunas erogaciones, pagó con recursos de 2018 compromisos contraídos con anterioridad sin la autorización de Hacienda y contrató servicios sin la anuencia de las instancias encargadas de proporcionarla.
De acuerdo con la ASF, los daños generados por la Sedatu a la Hacienda Pública Federal en 2018 suman mil 142 millones 332 mil 406 pesos, cifra que equivale a 5 por ciento del presupuesto total de la dependencia, que ese año ascendió a más de 21 mil 928 millones de pesos. En el informe se documentó que, entre otras irregularidades, la dependencia adjudicó un contrato a la asociación Actividades Creativas para la Prevención de la Violencia Intrafamiliar, A.C. (ACPVI) con el objetivo de intervenir 480 espacios públicos y beneficiar a 500 mil personas.
El órgano fiscalizar advirtió que la asociación subcontrató a cuatro empresas la totalidad de los servicios adjudicados, de las cuales tres son fantasma. Se trata de Impulso Empresarial Becka, Comercialización de Materiales Hospitalarios Goes y Servicios Integrales Kade. Esta última incluso se encuentra en la llamada «lista negra» del SAT. El daño a la hacienda pública generado con esa adjudicación asciende a 52 millones de pesos.