Sin Embargo
México, que acumula más de 5.3 millones de casos de COVID-19 y casi 313 mil muertes, la quinta cifra más alta del mundo, padece desde diciembre la ola más alta de contagios de toda la pandemia impulsada por la variante Ómicron. El Gobierno mexicano no implementó medidas adicionales para contener el avance de esta variante, al apostar por la vacunación.
Ciudad de México, 15 feb (EFE).– La inmunización masiva para la población mexicana cumple este martes un año mientras el Gobierno presume de ser el noveno país del mundo con más vacunas absolutas, pero con pendientes como inocular a pueblos apartados y a menores de edad.
El Gobierno ha aplicado 173 millones de vacunas a 84 millones de personas, por lo que ya 90 por ciento de los mayores de 18 años tienen al menos una dosis anticovid, destacó Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, y funcionario encargado de la pandemia en México.
“Continuamos vacunando en todos los frentes, todos los grupos de edad, recordar que la prioridad es no dejar a nadie atrás, a nadie fuera y uno de los retos importantes, pero que persistimos en enfrentarlo, es la cobertura en las zonas más apartadas del país”, reconoció en conferencia.
UN RITMO “ÁGIL”
El ritmo de vacunación es palpable en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México, donde esta semana se inició el refuerzo anticovid para mayores de 30 años.
“Yo creo que bien, también mi mamá tuvo su dosis la semana antepasada, entonces creo que en general ha sido ágil”, comentó a EFE Kaiden Béistegui tras recibir la rusa Sputnik V.
México se convirtió el 24 de diciembre de 2020 en uno de los primeros países en aplicar la vacuna Pfizer a su personal de salud, pero los problemas de suministro atrasaron hasta el 15 de febrero de 2021 la inmunización de la población en general, con los adultos mayores de 60 años como prioridad.
Por ello, mientras países ricos apuestan a las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna, México confía en un portafolio de siete farmacéuticas que también incluye a la Sputnik V, las chinas CanSino y Sinovac, la británica AstraZeneca envasada en el país y donativos de Janssen de Estados Unidos.
Aunque la oposición ha criticado al Gobierno por usar fármacos de Rusia y China, capitalinos como Óscar Arena confían en la inyección sin importar la marca.
“Sí, porque ya mucha gente se la ha puesto y no ha pasado nada. Por ejemplo, a mí dos veces me tocó AstraZeneca y hoy Sputnik, para que haya variedad y para que nos toque a todos”, declaró tras salir del Palacio de los Deportes.
REZAGADO EN LA REGIÓN
El Gobierno mexicano afirmó este martes que 98.3 millones de personas de 14 años y más han recibido al menos una dosis de la vacuna -el 86 por ciento de esta población-, por lo que es el noveno país del mundo con más vacunas absolutas administradas.
Pero el país, de 126 millones de habitantes, sólo ha vacunado por completo a cerca del 60 por ciento del total de la población, según la organización Americas Society/Council of the Americas (AS/COA), por lo que no está en la lista de los 10 países latinoamericanos con más vacunados.
Las autoridades lo atribuyen a las comunidades remotas, pero también se han negado a abrir la vacunación general para menores de 14 años, como ya lo hacen los otros países americanos.
“Vacuna tenemos, tenemos suficiente y la estamos poniendo por todo el país”, aseveró López-Gatell.
ALTA MORTALIDAD
México acumula más de 5.3 millones de casos de COVID-19 y casi 313 mil muertes, la quinta cifra más alta del mundo.
Sin embargo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador argumentó en su conferencia de la mañana que México en realidad ocupa el lugar 25 en mortalidad en proporción a su población por debajo de países como Perú, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Colombia, Paraguay e Italia.
El mandatario atribuyó este dato y el descenso de la cuarta ola de COVID-19, impulsada por la variante Ómicron, a la vacunación.
“Hay algo que también quiero subrayar, la confianza de la gente en el Gobierno, porque en otros países no todos aceptaron vacunarse, por eso nosotros, entre otros factores, logramos que se padeciera menos, que tuviésemos menos fallecidos”, sostuvo.
Aunque en México los movimientos antivacunas no tienen la misma fuerza que en otros países, en los centros de vacunación hay personas que admiten que en su entorno hay desconfianza.
“Creo que hay como todo, hay personas que son antivacunas, hay que personas que sí estamos al día con nuestra vacunación y yo creo que eso ya es cosa de cada quien. Hay personas que se cuidan y hay personas que no. Creo que estamos como un 70 por ciento los que cuidamos”, indicó a EFE Ximena Pérez tras vacunarse.
López-Gatell reiteró que el Gobierno no obligará a vacunarse, al apostar por la voluntad de la gente.
Y quienes acuden por sus dosis de refuerzo coinciden.
“Siento que es una responsabilidad social porque al final convivimos con mucha gente. A mí no me ha dado hasta este momento, afortunadamente, entonces más vale prevenir, apuntó Kaiden Béistegui.