El Financiero
En un escenario donde se recrudezca el conflicto Israel-Hamás, y se extienda a los vecinos de la región, los precios de la energía y de los fertilizantes sufrirán nuevamente presiones al alza en todo el mundo, lo cual llevará a una mayor inflación en alimentos y diversos productos, de acuerdo con expertos.
Un análisis de la firma Rabobank advirtió que uno de los principales factores es la dependencia de la región de Medio Oriente y África del Norte (MENA) en la producción y exportación de fertilizantes, ya que aproximadamente el 30 por ciento de los envíos mundiales de fertilizantes nitrogenados provienen de Qatar, Arabia Saudita, Egipto, Omán y Argelia.
Además, más del 25 por ciento de las exportaciones de fertilizantes mixtos provienen de Marruecos, Arabia Saudita e Israel, mientras que el 10 por ciento de los fertilizantes potásicos provienen de Israel, Jordania y Egipto; y casi la mitad de las exportaciones de fertilizantes fosfatados provienen de Marruecos, Israel, Egipto, Líbano y Túnez.
“Aún más importante que las exportaciones directas, podría ser el impacto del aumento de los costos energéticos en la producción y el suministro mundial de fertilizantes nitrogenados. En resumen, los agricultores en todas partes sentirían el impacto de diversas maneras”, advirtió Rabobank.
En este sentido, Brendan McKenna, economista internacional de Wells Fargo Economics, señaló que el conflicto en Israel contribuye a elevar la incertidumbre geopolítica y las implicaciones directas en el mundo son vía mayores precios del petróleo y el deterioro del sentimiento en la inversión.
“En caso de una escalada regional, los activos de refugio como el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro estadounidense probablemente obtendrían mejores resultados, y ajustaríamos nuestras previsiones para reflejar una mayor fortaleza del dólar y una depreciación de la moneda más sensible al riesgo al menos hasta finales de este año”, señaló en un reporte.
Los efectos sobre la economía mundial serían más inflación, tasas más altas, menor crecimiento económico y empleo, señaló José Carlos Díez, economista y profesor de la Universidad de Alcalá, España.
“Tras la guerra en Ucrania, el mundo ha entrado en una nueva guerra fría de dos bloques. Irán está en el bloque China y Rusia, e Israel en el bloque de Estados Unidos y Europa. Este conflicto puede desestabilizar la zona y la geopolítica mundial”, precisó.
México debe prepararse
Eugenio Salinas, vicepresidente de Negociaciones Comerciales del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), dijo que similar a lo que pasó en 2022 en el conflicto Rusia-Ucrania, México debe estar preparado para amortiguar el impacto del precio de los insumos.
“Aunque es prematuro de saber, esperaría que en algunos productos no se viera reflejado el impacto porque hay contratos a largo plazo de proveeduría y entregas”, dijo.
Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señaló que hasta el momento no se han detectado movimientos inusuales en los mercados de granos o fertilizantes; sin embargo, están monitoreando.
“México tiene una balanza deficitaria con Israel y principalmente son fertilizantes, aunque es poco el volumen. Ahorita no vemos que esto nos cause aumentos en precio de fertilizantes”, señaló.
Sin embargo, el costo del transporte de petróleo alrededor del mundo ha experimentado un significativo aumento tras el ataque llevado a cabo por Hamás a Israel, ya que según informes de Bloomberg, las tarifas de flete en 16 rutas comerciales globales se incrementaron más de 50 por ciento en comparación con el 9 de octubre, un impacto considerable en la industria del transporte marítimo.
Por otra parte, la agencia reportó que el Banco Central Europeo está observando el precio del petróleo para detectar cualquier impacto inflacionario.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo a los ministros de Finanzas de la eurozona que el riesgo de un aumento de los precios del crudo afectaría tanto a Europa como a EU.