Eme Equis
Se apoderaban de los semáforos, intimidaban conductores, escupían en los parabrisas si alguien estaba en su contra. En todos los partidos hubo grupos de choque que, más que promover la votación, alejaron a la gente de las casillas.
El hombre cincuentón, con chaleco azul y el emblema del PAN a sus espaldas, choca los talones con aire marcial. Levanta el brazo derecho y lo deja horizontal en el aire. La mano extendida al firmamento. Se queda inmóvil unos segundos.
Es el “Sieg Heil” del nazismo. Luego ríe y se esconde tras la desaprobación de algunos automovilistas.
La escena se da hace tres sábados en la esquina de Eje Central Lázaro Cárdenas y Avenida Universidad, en la Alcaldía Benito Juárez. El “promotor del voto” de ese partido respondió al mismo saludo que le hacían unos compañeros desde una camioneta pick up blanca, sin insignias, sin placas.
Las escenas se repiten en toda la Ciudad de México, en todo el país. Cuadrillas de simpatizantes de Morena asaltan fachadas de casas habitación para colocar propaganda de sus candidatos, sin pedir permiso, sin decir “agua va”.
Grupos compactos de priístas acompañan a los aspirantes a un cargo de elección popular y persiguen a los transeúntes, cual vendedores de cupcakes en estaciones del Metro.
Otros actúan como “grupos de choque” y golpean a reporteros que buscan cubrir las campañas proselitistas.
En los cruceros más transitados, muchachitas y muchachitos abordan a los automovilistas como si se trataran de limpiaparabrisas que aprovechan el menor descuido para cazar a su presa.
En la pandemia se fueron los vendedores de fe que tocaban las puertas los fines de semana a las siete de la mañana. Ahora llegaron los “promotores del voto”.
AMEDRENTAN, CHANTAJEAN, AGREDEN…
No hay reglas. Parece que en los cursos para la promoción del voto los partidos políticos que se medirán el domingo en la contienda electoral más grande en la historia del país les dijeron a sus cuadros proselitistas que, en estas campañas, no había reglas.
EMEEQUIS pudo constatar a lo largo de estas campañas, que arrancaron el 1 de abril, que estos grupos de promoción del voto, de todas las fuerzas políticas, alianzas y coaliciones, en distintos casos se dedicaron a amedrentar, chantajear, contaminar (visual, auditiva y materialmente), enfrentar a los “no simpatizantes” y hasta agredir a la ciudadanía que saldrá a las urnas este domingo 6 de junio.
Un ejemplo. Cuadrillas de simpatizantes del candidato de Morena a la Alcaldía Azcapotzalco, Vidal Llerenas, quien busca la reelección en el cargo, literalmente toman por asalto diversas fachadas de viviendas y negocios en las colonias Pro-Hogar, Tlatilco, Victoria de las Democracias, Cosmopolita y Del Gas. Los vecinos reclaman. Los morenistas amenazan. Los chintololos levantan la voz. Los promotores del voto de ese partido mientan madres y amagan: “se les va a quitar el apoyo económico a adultos mayores”.
ESCUPEN PARABRISAS…
Otro ejemplo: Líderes vecinales, afines al PAN, en las colonias Narvarte, Álamos y Atenor Sala, chantajean a vecinos con colocar propaganda en mantas de los candidatos de ese partido, especialmente del candidato a la Alcaldía Benito Juárez, Santiago Taboada, quien busca la reelección, a cambio de “pintar fachadas, desazolvar coladeras, enderezar postes, colocar cámaras de video vigilancia, sembrar arbolitos”.
Unos se niegan. Los “promotores del voto” panistas lo hacen de todos modos, al menor descuido. Los líderes vecinales se lavan las manos. Los simpatizantes de Taboada advierten que “quitar propaganda electoral es delito”.
Uno más. Crucero de las avenidas Universidad y Miguel Ángel de Quevedo, donde están los coyotes. Alcaldía Coyoacán. Perredistas entregan propaganda a automovilistas que tienen el semáforo en rojo. Un joven entrega el folleto de los candidatos de ese partido a una mujer adulta que viene sola al volante. Lo rechaza. Dice que votará por Morena.
El joven escupe en su parabrisas. La señora reclama. Otros jóvenes perredistas se acercan, amedrentan: “¡Lléguele, lléguele pinche vieja si no quiere problemas! ¡Órale, a la chingada!”
OBSERVAN DESAFIANTES
Otro. En los primeros meses de la pandemia, en la bodega-changarro de garnachas-taller mecánico-pensión nocturna para autos, ubicada en la calle Doctor Agustín Andrade, en la colonia Atenor Sala, Alcaldía Benito Juárez, líderes vecinales y gente del PAN reparten despensas, cubrebocas, gel antibacterial. Todo un tianguis. Las despensas y los accesorios vienen con el sello de los Taboada, de los Von Roehrich, de los Mendoza Acevedo.
Ahí se instalará una casilla electoral el domingo. Promotores del voto panistas, en camionetas blancas sin placas, llegan al lugar hasta este jueves para retirar la enorme manta de Santiago Taboada que cubre gran parte de la fachada.
Hasta entonces aparece la manta del INE que informa que ahí habrá un centro de votación. Los hombres, con playeras blanquiazules, observan desafiantes. Unos vigilan. Otros quitan la propaganda.
EXIGEN PONERSE LA CAMISETA
Un pilón. Doctor Vértiz casi equina con Eje 3 Sur. Un vocho particular avanza lento. Dentro van seis muchachas y muchachos. Ondean banderas de Morena y de la candidata a la Alcaldía Cuauhtémoc por ese partido, Dolores Padierna.
Un altavoz afónico, en el toldo del auto, emite un potente sonido con una canción de campaña, alusiva a la esposa de René Bejarano, que no se entiende. Un señor les grita que “le bajen a su desmadre”, que el ruido “lastima los oídos”.
El escarabajo detiene su marcha. Descienden los jóvenes. Empujan al hombre. Lo zarandean. Lo reprenden. Le exigen que se ponga una playera de la candidata. El señor no tiene de otra. Los muchachos ríen. Abordan de nuevo el amasijo de fierros y avanzan sobre Doctor Vértiz.
DECENAS DE QUEJAS
EMEEQUIS consultó con responsables de campaña de distintos partidos en las alcaldías sobre el papel que desempeñaron en estas campañas los grupos de “promotores del voto”. Todos reconocieron que en los tres meses de proselitismo se presentaron decenas y decenas de quejas de la ciudadanía por su accionar.
“Se debe repensar este esquema para los comicios de 2024. En lugar de acercar a la ciudadanía a los partidos, los aleja”, coincidieron.
OCHO KILOS DE BASURA
La fuerte lluvia en la tarde y noche del miércoles volvió a inundar la Calzada Obrero Mundial. Las cuadrillas para el desazolve de la Alcaldía Benito Juárez trabajan desde las primeras horas de este jueves 3 de junio, a tres días de los mega comicios del domingo.
Lo que sale de coladeras y alcantarillas son kilos y kilos de basura, de basura electoral, de propaganda que nadie lee, que nadie se lleva a su casa, que siempre termina en banquetas, parques, jardines… en el drenaje.
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En tres meses, en un edificio de 15 departamentos de esta demarcación, de esos de finales de los cincuenta del siglo pasado, un vecino hizo acopio de toda la propaganda en papel que dejaron en la puerta del inmueble las distintas cuadrillas de promotores del voto. Hoy lo pesó en su báscula casera: ocho kilos de basura fue lo que se acumuló.
Nadie, ni un solo vecino, reclamó por la propaganda, por la basura que fueron a aventar debajo del portón principal y en el buzón de cartas. Nadie.