Prensa Latina
Tras cumplir con una citación de diputados de la bancada Cabal, el titular detalló que el pasado fin de semana finalizaron con la elaboración del documento oficial que remitirán al Legislativo, con los planes respectivos.
Los fondos se destinarían –acotó- al arrendamiento de maquinaria y equipos, compra de los puentes Bailey, el restablecimiento del tramo afectado por un hundimiento en la autopista Palín–Escuintla, así como la intervención de puntos aledaños de esa misma ruta.
Alvarado consideró que el monto no es suficiente, pero corresponde a lo que ya tiene el organismo en el presupuesto, sin acceder a fondos de emergencia.
Advirtió sobre la necesidad de estar conscientes que el cambio climático solo va a empeorar lo que empieza ahora como una temporada de precipitaciones difícil.
El año entrante, el siguiente y en adelante van a ser peores, remarcó, mientras reflexionó que el país no puede apostar a emergencia y crisis.
“Hoy tenemos que hacerlo, pero desde ya estamos comenzando a hacer planes para que podamos enfrentar esto con un ministerio más saludable y de una manera más razonable entrar al proceso de construcción y mantenimiento de caminos”, enfatizó el funcionario.
Después de exponer a los congresistas el plan de acción de recuperación de carreteras, amplió a la prensa local que están pidiendo un préstamo al Banco Mundial para destinar los fondos a la atención de tramos rurales.
El presidente de la nación, Bernardo Arévalo, se reunió el jueves último con jefes de varias bancadas del Parlamento e integrantes de la Junta Directiva para explicar los daños y plantear la necesidad de decretar estado de Calamidad.
La medida –según análisis- buscaría agilizar la gestión de fondos para atender las emergencias que se produzcan en este territorio centroamericano.
A inicios de abril pasado, durante la emergencia por los incendios forestales, el mandatario tomó la decisión de decretar estado de Calamidad y al otro día el Legislativo frenó la entrada en vigor de la medida.
La época lluviosa (mayo-octubre) comenzó en Guatemala concretamente a inicios de este junio pasado, el impacto resulta en estos momentos apreciable y las autoridades esperan registros históricos.