Eme Equis
Una empresa de cortes de carne, otras que no tienen registro y unas más que son inexistentes, una persona que vive en la cima de un cerro… decenas de millones que supuestamente serían para mejorar el Metro han ido a parar a un laberinto de opacidad.
El Fideicomiso Maestro del Sistema de Transporte Colectivo Metro (Fimetro), nacido a raíz del aumento del boleto de 3 a 5 pesos, se administra en la opacidad, con adjudicaciones directas y contratos por decenas de millones de pesos a empresas cuyas oficinas carecen de formalidad, son departamentos en zonas populares o incluso inexistentes.
En una revisión aleatoria a las cuentas de los últimos meses, ya bajo la gestión de Florencia Serranía como directora del sistema, y de Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno, el equipo de EMEEQUIS encontró pagos millonarios a personas físicas que no cuentan con alguna cédula profesional que justifique alguna especialidad. Sus domicilios están en zonas alejadas, donde no pareciera haber un despacho de asesoría o consultoría.
Además, algunas de las compañías contratadas no están dadas de alta en Siger (Sistema Integral de Gestión Registral de la Secretaría de Economía), lo que sugiere su informalidad y carencia de registros para ser auditadas. Otras han violado la ley, al concursar con diferentes razones sociales en los mismos procesos de adjudicación.
Estos pagos hallados en 2021 a empresas con diversas irregularidades han significado más de 82 millones de pesos.
Luis Rodolfo Sandoval Martínez es una de las personas físicas a las que se ha destinado parte del recurso del fideicomiso y que no aparece en los registros públicos, con cédula profesional que sugiera una actividad de asesor o especialidad particular.
El domicilio fiscal de Sandoval, a quien en 2021 se le han pagado 5 millones 950 mil 800 pesos, se encuentra en la parte más alta de un cerro en Chimalhuacán, en la colonia Villa San Agustín Atlapulco. La fachada es de una casa particular pintada de forma dispareja.
Atiende la puerta su padre, quien confirma que su hijo es proveedor del Metro, pero dice no saber nada más y que Luis Rodolfo no se encuentra en ese momento. “Tiene un horario muy irregular”, mencionó al equipo de reporteros.
Juan Rogelio Gómez Gómez (144 mil pesos) y Giselle Sánchez Díaz (108 mil) también están en esta situación, aunque con montos mucho menores.
UN FIDEICOMISO DE 19 MIL MILLONES…
El 13 de diciembre de 2013 se acordó incrementar la tarifa del Sistema de Transporte Colectivo Metro de 3 a 5 pesos, con la promesa de atender 11 compromisos, de los cuales solamente uno se ha cumplido al 100%. Para poder administrar los recursos se constituyó en octubre de 2014 el fideicomiso en BBVA.
Al 31 de marzo de 2021 el fideicomiso captó más de 19 mil 405 millones de pesos y ha ejercido 17 mil 602 millones de pesos. Las autoridades del Metro dijeron en 2018 que se necesitaban 30 mil millones para dejarlo a punto.
A pesar de que los ingresos del fideicomiso son producto de una tarifa del servicio público, no se encuentran registrados en el sistema de portales de transparencia. La información con la que se cuenta es la que la propia página oficial del sistema de transporte colectivo decide dar a conocer. Tampoco existe registro de auditoría a este fideicomiso.
En una revisión de este año, por ejemplo, del estado de cuenta del mes de febrero de 2021, puede observarse una serie de pagos realizados a empresas que no aparecen en la relación de contratos vigentes, e incluso algunas de ellas, como Reconstrucción y Manufactura en Transportes S.A. de C.V. (24 millones de pesos), Industrias FMD S.A. de C.V. (10 millones), Devici S.A. de C.V. (2.4 millones) o Grupo Comercial Kastor (2 millones), no aparecen dadas de alta en el sistema del Registro Público del Comercio. A pesar de esta situación, solamente en el mes revisado recibieron más de 38 millones entre las cuatro.
Después de 2018 el fideicomiso dejó de usar la licitación pública como medio principal para adquirir bienes y servicios. La adjudicación directa se convirtió en el método preferido de esta administración.
Sobre el tema, el departamento de Comunicación Social del Sistema Colectivo Metro aseguró que revisaría los pagos mencionados y envió la página donde se pueden revisar los contratos del Fimetro, pero sólo aparecen hasta 2018. Después mandó un archivo con un listado de contratos vigentes, en el que no aparecen en realidad los archivos. Tampoco se mencionan algunas de las empresas y personas físicas que recibieron pagos, como Sitting Bull, Luis Rodolfo Sandoval y Juan Rogelio Gómez.
EMPRESA DE CORTES DE CARNE
Una empresa que tiene como giro principal la venta de cortes de carne (aunque después le agregó a su objeto social la capacidad de poder hacer prácticamente de todo), con razón social Sitting Bull Grill Shop, recibió en este año 5.1 millones de pesos.
Es importante señalar que este fideicomiso carece de transparencia, por lo que sólo se pueden consultar los montos, pero no los contratos o concepto de la proveeduría.
El domicilio fiscal se encuentra en la ciudad de Xalapa, Veracruz, y al revisarlo en Google Maps sólo se observa un edificio residencial angosto de tres pisos.
Veyco es una comercializadora de alimentos que también ha recibido dinero del fideicomiso. Sólo en marzo pasado obtuvo 1.6 millones de pesos, aún cuando su giro no tendría nada que ver con los 11 compromisos previstos con el aumento del precio del boleto.
La empresa Computación Experta e Ingeniería de Software, ubicada en Plan Sexenal 128, la Cebada, Xochimilco, recibió 5.4 millones de pesos en este año, pero su domicilio fiscal aparece como una casa habitación de ladrillos. Al llamar al teléfono registrado y preguntar si eran proveedores del Metro la persona que contestó colgó.
NOMBRES FACHADA
Devici S.A. de C.V. recibió este año 2.6 millones de pesos en total, con los 212 mil de marzo. Pero la dirección registrada no existe. En la calle de Convento de Tecpan 2, Casa 31 Col. Los Reyes Iztacala 2ª. Sección en Tlalnepantla de Baz, Estado de México, que es donde la empresa debería estar, el sistema de numeración es muy diferente y ningún vecino a quien se preguntó pudo ubicar el domicilio. En cuatro casas, cuya numeración es parcialmente similar a la de la dirección incorrecta, los habitantes dijeron no saber nada de Devici.
Un inmueble más, cuya dirección también coincide parcialmente con la registrada, se encuentra abandonado: tiene basura, plantas sin podar y los restos de lo que era una cámara de vigilancia. La empresa tampoco se encuentra en la dirección que arroja una búsqueda a partir de su nombre en Google Maps, donde el residente dijo no tener nada que ver con el Metro.
Sin embargo, Devici tiene un sitio web cuyo titular (quien lo adquirió) está registrado a nombre de la empresa Grupo Constructor y Comercializador Corintio S.A. de C.V. En al menos tres contrataciones convocadas por el Metro vía invitación restringida en 2016, ambas empresas concursaron al mismo tiempo por las mismas adjudicaciones. Al estar relacionadas ambas corporaciones, dichos procesos de contratación violaron la Ley de Adquisiciones para el Distrito Federal.
Asimismo, en el compromiso 4 de los 11 que el SCT realizó en 2014 para mejorar la calidad del servicio, tanto Devici, como Grupo Constructor y Comercializador Corintio, obtuvieron adjudicaciones para adquirir refacciones para motocompresores por importes de 6 millones 169 mil pesos mexicanos y de 628 mil 836 dólares americanos, respectivamente.
Dentro del proyecto de dicho compromiso, Corintio también obtuvo un contrato de 1 millón 758 mil 444 euros para la “adquisición de muelle y brida”.
APARENTAN FORMALIDAD PERO VENDEN DE TODO
Industrias Sipgo, otra empresa proveedora, que recibió en 2021 más de 15 millones de pesos, es de reciente creación (2015). En 2019 modificó su objeto social para poder recibir adjudicaciones directas. Se encuentra en Cuautitlán, dentro de un taller de tráilers y vehículos de carga llamado Servicio Uribe.
Al lado de la oficina principal de Servicio Uribe, donde nos dicen que Sipgo da mantenimiento al Metro y fabrica algunas refacciones como traversas, una pequeña oficina tiene una placa con el nombre “Sipgo”. No parece que tenga empleados ni que esté en uso. Además, no se puede ver hacia adentro porque los vidrios son oscuros.
Pese a que en la revisión realizada por este equipo se encontró que en febrero de 2021 Sipgo recibió un pago millonario, quien atendió la entrevista aseveró que este año no han proveído al Metro, sino que siguen haciendo cotizaciones sobre insumos como aceite, grasas y travesaños. Más tarde se contradijo y mencionó que sí recibieron “un contrato nada más”.
En Industrias FMD, que ha recibido 14.8 millones de pesos en el año, ubicada en Calle Avena, #159, Col. Granjas México, C.P 08400, Iztacalco, CDMX el domicilio no tiene ninguna placa de empresa. El dueño, Juan Silvino Campero Hernández, menciona que dan mantenimiento desde hace tres años en el torno de pozo de la estación del Metro La Paz. En su página web, sin embargo, se menciona que la empresa se dedica principalmente a reparar circuitos electrónicos y, secundariamente, al mantenimiento de equipos industriales.
Industrias FMD tampoco tiene registro en el Siger y una búsqueda de su RFC arroja que éste también corresponde al del Consorcio Ferretero Famed, S.A. de C.V., [1] [2] ubicado en el mismo domicilio. Campero se muestra molesto de que la empleada que nos recibió nos haya dado acceso a hablar con él.
COMPROMISOS SIN CUMPLIR
El aumento del pasaje de 3 a 5 pesos, implementado en 2013 por el entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, supuestamente implicaba una serie de inversiones a las que daría continuidad esta administración, pero en realidad nunca se concretaron.
De acuerdo con los datos presentados en la página electrónica, de los 11 compromisos solamente se cumplió uno al 100%, que fue el de incorporar mil 200 policías para la seguridad de los usuarios. Los otros 10 no se han cumplido y presentan los avances siguientes:
1. Comprar 45 trenes nuevos con aire acondicionado para la Línea 1 y 12 trenes más para la Línea 12. (40% de avance)
2. Renovación integral de la Línea 1 y remodelación de las estaciones. (20% de avance). En este punto se le pagó a la empresa SYSTRA casi 45 millones de pesos (1.8 millones de euros) sin deducción de impuestos, al tipo de cambio actual, por su “trabajo intelectual” que consistió en asesorar al STC para ejecutar proyectos de “renovación de la línea 1” sin que se especifiquen en el contrato cuáles serían esos proyectos a ejecutar.
3. Dar mantenimiento mayor a los 45 trenes de Línea 2 a más tardar en septiembre de 2018. Esto no se llevó a cabo en el tiempo comprometido y, según la página oficial del Metro, lleva apenas un avance del 20%.
4. Reparar 105 trenes. (26% de avance)
5. Mejorar los tiempos de recorrido de trenes. (15% de avance)
6. Incorporar 1,200 policías más. Compromiso cumplido
7. En Línea A se realizará renivelación de vías. (15% de avance)
8. Sustituir 50 escaleras eléctricas por nuevas en Líneas 1, 2 y 3. (26% de avance)
9. Comprar 3 mil 705 ventiladores para vagones y 258 compresores. (55% de avance)
10. Comprar e instalar un nuevo sistema de radiocomunicación TETRA LTE. (26% de avance)
11. Modernizar el sistema de torniquetes. (En fase de estudio)
Algunos de los giros de las empresas (como los de alimentos), o las personas físicas (sin cédula profesional) no corresponden a los compromisos pactados para la ciudadanía.
