La Jornada
Ciudad de México. Los colectivos feministas que desde el viernes mantienen tomada la sede de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ubicada en el Centro Histórico sacaron este martes a la calle los documentos que el organismo público había solicitado que se les devolviera, por tener “información sensible” sobre diversos casos que ha documentado.
Durante la mañana de hoy, Yesenia Zamudio, madre de una víctima de feminicidio ocurrido en 2016, arrojó una serie de papeles por el balcón del edificio ocupado y reiteró la advertencia hecha un día antes de que los legajos solicitados por la Comisión serían destruidos o sacados a la banqueta si nadie pasaba por ellos, porque las ocupantes del inmueble de República de Cuba 60 necesitan el espacio para albergar a mujeres víctimas de la violencia.
Aunque había dicho que a las cinco de la tarde podría quemar los expedientes, poco antes de esa hora ordenó que activistas comenzaran a sacar los archivos del edificio y los apilaran en un par de mesas de madera que se encuentran en la calle, y donde en días pasados exhibió la “comida de lujo” que encontraron en el comedor del lugar.
Al sitio acudieron dos personas que se identificaron como representantes de la CNDH y de la Secretaría de Gobernación y le indicaron a Zamudio que querían iniciar una mesa de diálogo con las ocupantes, pero ella replicó que no estaba interesada en hablar con ningún funcionario.
Alrededor de las 19:30 horas, personal de la CNDH llegó al sitio, subió los papeles a un vehículo y se los llevó en alrededor de 20 cajas.
Como se recordará, el lunes anterior la Comisión indicó que uno de los “resultados no deseados” de la ocupación de su edificio es “la falta de seguimiento a la atención de casos de víctimas de distintas violaciones de derechos humanos, de las cuales sus expedientes se encuentran en dichas instalaciones”.
Por lo anterior, el organismo hizo “un llamado respetuoso a las mujeres de los colectivos que se encuentran dentro de las instalaciones para acordar en breve una mesa de trabajo y establecer el protocolo de resguardo de los mismos, ya que son expedientes que contienen información sensible y base para las investigaciones por presuntas violaciones a derechos humanos”.
Desde la mañana de este martes comenzaron a llegar al sitio varias personas –en su mayoría mujeres– que donaron comida y otros artículos para sostener la toma del edificio de la CNDH y manifestaron su interés en participar en la subasta de los cuadros que las feministas encontraron en el edificio tomado.