- Agentes de una compañía israelí de espionaje se hicieron pasar por agentes emiratíes
- Grabaron al director vicepresidente de perforación y servicios de Pemex
- El funcionario habla cándidamente sobre cómo la petrolera intercambiaba sobornos por contratos
- Una compañía israelí de espionaje llamada Black Cube, grabó en secreto a altos funcionarios de Petróleos Mexicanos describiendo corruptelas y sobornos en la petrolera, informó The Wall Street Journal.
Economía Hoy
Las grabaciones forman parte de la evidencia de una demanda presentada en Estados Unidos el año pasado contra Pemex por parte de la compañía petrolera privada Oro Negro, que asegura que cayó en bancarrota por reusarse a pagar sobornos.
Las grabaciones presentan una ventana a la corrupción endémica de la petrolera estatal. Durante tres meses en 2017, Black Cube hizo docenas de horas de grabaciones a petición de Oro Negro, de altos funcionarios de Pemex en las que se describía un elaborado sistema en el que se intercambiaban sobornos por contratos. Altos funcionarios de Oro Negro enfrentan ahora cargos en México por apropiación ilegal de fondos.
La evidencia de la demanda de Oro Negro forma parte de una amplia investigación que llevan a cabo el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores de Estados Unidos a Pemex por corrupción, aseguraron al rotativo fuentes anónimas.
La investigación estadounidense a Pemex llega en un momento muy delicado para la petrolera, que está batallando para lidiar con una pronunciada caída en su producción y una deuda de 100,000 millones de dólares, lo que la ha convertido en la petrolera más endeudada del mundo. Cualquier golpe en forma de sanción económica empeoraría la situación financiera de la empresa aún más de cara a las calificadoras que están considerando degradar su nota crediticia a ‘bono basura’, lo cual tendría como consecuencia un encarecimiento de sus créditos.
Otro que tiene mucho que perder, señala el WSJ, es el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que ha prometido eliminar la corrupción y ha puesto a Pemex en el centro de su estrategia económica.
Cuestionado durante una de sus conferencias mañaneras sobre el caso Oro Negro, el presidente dijo que su gobierno está trabajando para eliminar la corrupción en Pemex. «Estamos limpiando las cosas», aseguró.
Las grabaciones de Oro Negro están archivadas en una demanda que busca 700 millones de dólares en compensación por daños que tendría que pagar el gobierno mexicano. Este material fue presentado ante un panel de arbitraje del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y muestran la enormidad de la tarea que representa eliminar la corrupción en Pemex, que ha sido la práctica corriente durante 40 años.
¿Qué dicen las grabaciones?
Dos agentes de Black Cube que se hacían pasar por inversionistas de los Emiratos Árabes Unidos interesados en comprar Oro Nego se reunieron en octubre de 2017 con el entonces vicepresidente de la división de perforación y servicios de Pemex, José Carlos Pacheco, en un restaurante de la Ciudad de México.
Los agentes buscaban que se les asegurara que Oro Negro podía obtener mejores contratos de Pemex si la ficticia compañía pagase un soborno a funcionarios de Pemex, y preguntaron cómo funcionaba este esquema, a lo que Pacheco contestó que no habría ningún problema.
«Normalmente se hace como una ‘tarifa de éxito’, porque nadie está dispuesto a correr el riesgo que significa que comience a parecer que se cobra un porcentaje respecto a un contrato», dijo Pacheco.
El funcionario explicó en la grabación que muchos funcionarios de Pemex aceptan pagos mediante familiares, conocidos como «operadores» o «aliados», o bien a través de consultoras falsas creadas para lavar dinero.
«Hay directores interinos, por ejemplo, cuyos hijos son los responsables» de aceptar dinero, dijo Pacheco. «A veces todo el mundo lo sabe».
Luego la conversación versó sobre cómo Oro Negro se metió en problemas con Pemex y le fueron cancelados sus contratos de perforación después de que la compañía se declarara en bancarrota a finales de 2017.
«Creo que más que orgullo, fue un asunto económico», dijo Pacheco. «¿Perdieron la compañía por no pagar sobornos?», preguntó uno de los agentes de Black Cube. «No tenían dinero. Ese era el problema», respondió el funcionario.
Pacheco dejó Pemex en 2018. En una llamada telefónica que sostuvo con el WSJ, admitió haberse reunido con gente que creía que eran inversionistas interesados en comprar Oro Negro, pero negó que se tocara el tema de los sobornos. «Trabajé en Pemex por más de 25 años, y nunca tuve que ver en nada de eso, ese tpo de corrupción», aseguró.
Como parte de los esfuerzos que está haciendo el gobierno mexicano para combatir a la corrupción, la Fiscalía General ha imputado a Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex, por corrupción, soborno y evasión fiscal. Lozoya, quien se educó en Harvard y se desempeñó en el pasado como banquero de inversión, permanece prófugo de la justicia desde que se le acusó por dos causas distintas: una relacionada con la constructora brasileña Odebrecht, y la otra por la compra que hizo Pemex de la empresa de fertilizantes Agronitrogenados. Lozoya ha negado haber cometido delito alguno mientras dirigió Pemex, y asegura que es inocente de los cargos de los que se le acusa.
Las autoridades mexicanas están preparando más cargos penales contra Lozoya por haber recibido cerca de 2,800 millones de dólares en sobornos relacionados con la compra de otra planta de fertilizantes, llamada Fertinal.
«Los aturdidores casos de corrupción alrededor de Pemex han llamado la atención de investigadores de Estados Unidos, en donde la patrolera comercia bonos. Funcionarios estadounidenses están investigando la compra de Fertinal por posible corrupción, de acuerdo con personas familiarizadas con el tema», indicó el WSJ. En mayo, la Comisión de Valores lanzó una investigación por fraude e irregularidades contables contra Pemex, de acuerdo con documentos que obtuvo el diario.
El conflicto de Oro Negro con Pemex
Las grabaciones que hizo Black Cube por orden de Oro Negro son parte de un amargo conflicto entre la compañía, sus accionistas y Pemex. La empresa perforadora fue creada en 2012 por Gonzalo Gil, el hijo del exsecretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, educado en Stanford. Pagó más de 1,000 millones de dólares para comprar cinco plataformas petroleras y transportarlas desde Singapur al Golfo de México, en donde Pemex pagó miles de dólares al día por usarlas para perforar campos petroleros.
Después de que los precios del petróleo se desplomaron abruptamente en 2014, Pemex cortó las tarifas que pagaba a todos sus contratistas de perforación, incluyendo a Oro Negro, lo que redujo significativamente las ganancias de la compañía. En el verano de 2017, Gil estaba preocupado de que Oro Negro tendría que declararse en bancarrota para evitar demandas de sus inversionistas.
El recorte que hizo Pemex a las tarifas de Oro Negro fue mayor al que hizo a sus competidores, de acuerdo con documentos de la Corte mexicana, y Gil ha denunciado que Pemex conspiró con su rival perforadora Seamex, que es propiedad de varios inversionistas que tienen bonos de Oro Negro, de manera que quebrar a la compañía incrementaría las posibilidades de que Seamex se quedara con las plataformas petroleras.
«Construimos esta compañía desde cero. Estábamos muy orgullosos de lo que habíamos logrado», dijo Gil en una entrevista. «De repente parecía que Pemex se había puesto como objetivo destruir a la compañía».
Durante los pasados dos años, Oro Negro ha caído en impago de su deuda y sus cinco plataformas han sido incautadas por sus inversionistas, que pretenden subastarlas en los próximos meses. Oro Negro se declaró en bancarrota bajo la ley estadounidense el año pasado y en julio un juez giró una orden de aprehensión contra Gil por apropiación indebida de fondos. Gil, quien reside en Miami, niega los cargos.
Gil y sus abogados contrataron a Black Cube, empresa fundada por seis ex-espías del servicio de inteligencia israelí, el Mossad, en septiembre de 2017.
Los inversionistas que tienen bonos de Oro Negro y Seamex aseguran que no hubo colusión con Pemex para llevar a Oro Negro a la bancarrota, y alegan que haber contratado a Black Cube para investigar el asunto es problemático y antiético. de acuerdo con una carta presentada en la Corte mexicana, los objetivos originales de la investigación de Black Cube eran no solo funcionarios de Pemex, sino también los inversionistas de Oro Negro así como sus familias y amigos.
«Esto fue básicamente terrorismo financiero», dijo Paul Leand, un inversionista que lidera el comité de administración de Oro Negro al WSJ. «Este era el objetivo desde el principio».
Los abogados de Gil dicen que pese que pese a que la lista original de objetivos era más amplia, los únicos que fueron espiados fueron los funcionarios de Pemex. Dicen que el objetivo era descubrir por qué se rescindieron los contratos de Oro Negro y por qué se recortaron más sus tarifas de Pemex que a su competencia.