Yuridia Montenegro
La fe, más grande que el temor a una pandemia provocada por el virus Covid-19. En los hogares chiapanecos, la celebración a San Judas Tadeo, el patrón de las causas difíciles, no pasó desapercibida.
De manera inédita en un contexto de riesgo epidemiológico, además de los rezos, tamales, chocolate, arroz con leche y recuerdos, este festejo tuvo que incluir el uso de cubrebocas, caretas y gel antibacterial.
En la casa de la familia Jiménez Cárcamo, la reunión para realizar los rezos tuvo que ser pequeña, con muy pocas personas. En lugar de regalar recuerditos, repartieron cubrebocas y caretas.
Eso sí, en el altar para el santo patrono de las causas difíciles se colocó grandes ofrendas florales y ornamentos.
San Judas Tadeo fue, según diversos textos evangélicos, uno de los discípulos de Jesús de Nazaret, que formaba parte del grupo de los doce apóstoles. A este santo que según la Iglesia Católica se le venera el día 28 de octubre, los fieles devotos le piden milagros o solución a sus problemas por su gran poder milagroso.