La Jornada
Ciudad de México. La repatriación de niñas, niños y adolescentes de Estados Unidos a México alcanzó su mayor número entre enero y diciembre de 2022, desde que se ese fenómeno de contabiliza, al haberse registrado 24 mil 956 eventos migratorios. De esos infantes cinco mil cuatro fueron acompañados, y 19 mil 952 no acompañados.
La Secretaría de Gobernación y su Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), dieron a conocer que Tijuana, BC, se colocó en primer lugar como punto oficial de repatriación, con un total de cuatro mil 890 casos, seguida de Nogales, Sonora con cuatro mil 868 eventos.
De los infantes y jóvenes acompañados el 34 por ciento correspondió a menores de 11 años, y el resto, el 65 por ciento fueron adolescentes de 12 a 17 años. En el caso de los no acompañados, el 1.4 por ciento fueron pequeños con menos de 11 años, y el 98.6 por ciento fueron muchachas y muchachos entre 12 y 17 años.
La mayoría de las niñas, niños y adolescentes acompañados son de Chiapas, Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Puebla Chihuahua, Guanajuato, Michoacán y Estados de México.
El texto sostiene que en años recientes se han observado cambios en la composición de los flujos de personas en situación migratoria irregular que se originan y transitan por México, cambios que responden a los diversos escenarios políticos, sociales y económicos de los países de origen, despertando especial interés el caso de la migración de niñas, niños y adolescentes.
“La denominada crisis humanitaria que se vivió en 2014 centró las miradas de funcionarios, académicos, organizaciones de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos en los grupos de migrantes más vulnerables, en particular en el de las niñas, niños y adolescentes no acompañados.”
Esa estadística se elaboró con datos aportados por el Instituto Nacional de Migración (INM), instancia encargada de operar parte de la política migratoria. También en enero de 2021 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en la que, entre otros temas, establece el tipo de alojamiento al que deben acceder las Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) migrantes que viajan solos o acompañados y las medidas de protección a las que tienen derecho.
A ese grupo de personas migrantes se les considera como canalizadas, no obstante, los datos y estadísticas continúan reflejando a las niñas, niños y adolescentes que ingresaron a México en situación migratoria irregular y que fueron detectados por el Instituto Nacional de Migración, pero enviados o canalizados a los albergues de la red DIF y a los que se les inició un procedimiento administrativo migratorio.