PRE-TEXTOS@outlook.com
Filiberto Silva / Pre-Textos
A 30 días de haber tomado posesión como diputada de la LXVII Legislatura local, Dulce Concepción Gallegos Mijangos, subió a tribuna para ‘curarse en salud’: «que no haya límites ni censuras ni cuotas de poder. La sociedad demanda que impulsemos leyes. Es hora de asumir con decoro». Calificaba como un balance pobre lo que habían hecho sus compañeros diputados a un mes de gozar las mieles del poder, cargo que, por cierto, llegó por las maniobras que hacía a su antojo el entonces presidente del partido Mover a Chiapas, Enoc Hernández Cruz, quien la metió con calzador como plurinominal.
Para entonces la legisladora «morada», tomaba el micrófono para leer las posturas políticas que le escribía su entonces esposo y líder partidista.
Dos años ya en que ha saboreado lo «dulce» de ganar miles de pesos sin que su desempeño refleje algo que nos recuerde haya hecho bien en favor de los chiapanecos.
Tras conocer que deja las filas del partido «con un millón de amigos», filtró su renuncia a éste. Se necesita ser muy ingenuo en esto de mover las piezas del ajedrez para no darse cuenta que los ‘bultos’ si votan y por tanto hay que tener peones a los que hay que manipular o sacrificar para ganar, pensando en la grilla que se avecina.
Iluso sería pensar que la maniobra es traer a alguien que hará contrapeso por sus ideas o discurso político. No. Tampoco que quien «dirige» los destinos del Verde haya planteado semejante idea. Hoy en día, sin duda, el que tiene el mango del sartén, el que opera tras bambalinas, por el colmillo retorcido que tiene es Emilio Salazar.
En dos años, desde aquella brava lectura que hizo de su mensaje, la diputada Dulce no ha vuelto a tararear alguna propuesta de beneficio para el pueblo. incluso aquel punto de acuerdo para rescatar e impulsar el fondo de apoyo para los periodistas quedó en el olvido y han sido otras voces, desde fuera del Congreso, los que han implorado que a este sector se le dignifique.
Desde que lanzó vía redes con sus secuaces que emprendía la huida, una búsqueda rápida y consulta con los periodistas que cubren la fuente del Congreso, no se encontró ni dijeron nada que valga la pena resaltar como iniciativa de su autoría. Eso sí, aparece como vocal integrante en varias comisiones del Congreso para que veamos que trabaja. Pero como dice un ducho de la escritura: No se equivoquen.
Por cierto, avisó que manejaría un comunicado para aclarar su decisión de abandonar al partido que la lanzó al estrellato. Como no hay quien haga la redacción, nomás no cumplió. O quizás el cerebro dijo, esperen, “yo sé mi cuento”. En fin, veremos y diremos, pues esto de la política apenas empieza…
El asunto de los sobres amarillos que involucran a David León y Pío López Obrador, se quiere tapar con un dedo. Quien quiera echarle más lumbre a la leña sólo debe echarse un clavado a la hemeroteca para comprobar cómo salían de uniformados los medios impresos y en las ondas sonoras hasta el mismo insert se manejaba, cuando el candidato de ese entonces pisaba terrenos chiapanecos en busca del voto. Así ha sido siempre. Quienes se desligan ni ellos mismos se la creen.
