* Habitantes del ejido Aztlán lo acusan de crear un tiradero clandestino que ha contaminado los pozos de agua en la zona
MANUEL MONROY
Habitantes del ejido Aztlán, municipio de Ixtapa, se manifestaron este martes afuera del Congreso del estrado, en demanda que las autoridades actúen contra el edil de la demarcación, Roberto Jordán Aguilar Pavón, mejor conocido como el “Jr”, pues ha creado un tiradero a cielo abierto, el cual contamina los pozos de agua que abastece del vital elemento a pobladores de la zona.
En improvisada conferencia de prensa, los inconformes detallaron que han girado diversos oficios al alcalde para poder entablar diálogo y así darle solución al conflicto, pero se niega a dar la cara. “Ante esta posición, todos los afectados acordamos y exigimos que la administración que preside Aguilar Pavón nos pague 500 mil pesos por daños y perjuicios”, anotaron.
Manifestándose con pancartas de repudio hacia el edil, así como cartulinas donde pegaron fotos del basurero, los quejosos aseveraron tener en sus manos pruebas de como la inacción del Municipio ha provocado que al menos medio centenar de familias de dicha zona se han enfermado por los fétidos olores que provoca este tiradero, además de otros que padecen de males gastrointestinales, al consumir agua que ha sido contaminada por la basura.
Miguel Ángel Rodríguez Rodríguez, uno de los representantes de los afectados recordó que desde agosto pasado detectaron que este espacio había sido elegido por el Ayuntamiento para tirar desperdicios sólidos de la cabecera municipal por lo que de inmediato trataron de entablar pláticas con el alcalde, pero este brilla por su ausencia y nunca se presenta a su oficina a despechar.
Tras pedir ayuda del Congreso, así como de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, coincidieron en que esta mala acción de parte de Roberto Jordán los ha agraviado. “Los días 26 y 28 de septiembre pasado ocho camiones repletos con basura llegaron al lugar llamado como ‘La Arenera’ y simplemente depositaron los mismos ahí, sin contar que el citado predio es propiedad privada”.
Revelaron que el predio es un área de uso común, mismo que tiene a escasos 100 metros un aguaje de donde se extrae el agua que los pobladores del área consumen. “Convertir el terreno en un tiradero provocó la contaminación de elemento, además de otros males originados por los olores nauseabundos que emanan de los desperdicios”, anotaron.
