El Financiero
El consenso de los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) prevén un crecimiento de 1.72 por ciento de la economía del país para este 2022, según la encuesta hecha en abril.
Especialistas económicos prevén que haya un mayor deterioro en los pronósticos para este año, reveló la encuesta de abril publicada este lunes.
Según especialistas, este año el país solo crecería 1.72 por ciento, frente al 1.8 por ciento previsto en la encuesta de marzo.
Para 2023, el PIB de México avanzaría 2 por ciento, sin cambios respecto a la encuesta previa de Banxico.
El sondeo prevé para 2022 una inflación terminal de 6.75 por ciento, lo que implica un aumento de 95 puntos base respecto al 5.8 por ciento pronosticado en la encuesta de marzo.
La inflación subyacente por su parte cerraría en 6 por ciento, y ya no en el 5.47 por ciento previsto un mes antes.
Asimismo, los especialistas consideraron que estas presiones inflacionarias orillarían a que la autoridad monetaria continúe con el ciclo de alza de tasas de interés, por lo que este año el referencial cerraría en 8.25 por ciento, desde el 6.5 por ciento actual.
Entre los principales riesgos que vislumbran los especialistas consultados por Banxico para la actividad económica sigue destacando la gobernanza, con el 35 por ciento de respuestas, seguido de la inflación, con el 24 por ciento.
También consideraron que la falta de Estado de Derecho es el principal obstáculo para hacer negocios en nuestro país, con el 30 por ciento de respuestas, seguido del crimen y la corrupción, con el 28 y 20 por ciento, respectivamente.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, indicó que estas perspectivas obedecen tanto a problemas externos como internos.
En el lado externo, el experto señaló que “es normal que siga deteriorándose el entorno conforme siga habiendo gran incertidumbre por la guerra entre Rusia y Ucrania, nuevos confinamientos en China y las perspectivas de más alzas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)”.
Por otra parte, entre los factores domésticos que han mermado las perspectivas están las políticas públicas de la actual administración, las cuales ahuyentan la inversión privada.
“Localmente las cosas no se ven claras, le siguen pegando al sector privado por todos lados, ahora con los controles de precios (que propone la actual administración como respuesta a la inflación) y las reformas, ahora con la reforma electoral. Entonces, no se ve un buen panorama para la actividad económica”, dijo.
Destacó que el sector externo ha sido el motor de la economía al arranque de este año, sumado a sólidos números en el consumo local, por lo que no se vislumbra aún riesgo de una estanflación, es decir, estancamiento económico sumado a altos niveles de precios.
Enfrentan estancamiento
Amín Vera, director de análisis económico de BW Capital, indicó que, con excepción del sector manufacturero –especialmente del área industrial enfocada en la exportación hacia Estados Unidos–, prácticamente todas las demás actividades productivas se encuentran estancadas, razón por la que se han deteriorado los pronósticos en encuestas recientes.
“Incluso hay algunas, como la construcción, que no solamente están lejos de recuperar los niveles que mantenían antes de la imposición de medidas de aislamiento social, sino que ni siquiera han logrado reponer la mitad del valor de producción perdido, que, para colmo, ya se destacaba como uno de los más bajos de la última década”, abundó el analista económico.
Respecto a la inflación, Vera detalló que el hecho de que no se haya logrado reducir la tasa anual por debajo del límite del 7 por ciento a pesar de las repetidas alzas en la tasa de interés de referencia “constituye una confirmación de que buena parte de las presiones inflacionarias están fuera del alcance de la política monetaria implementada por Banxico, pero también un augurio de que el ciclo inflacionario podría mantenerse aún en un ambiente de tasas de interés anormalmente altas”, destacó.