La Jornada
La economía mexicana atraviesa “una expansión amplia”, impulsada por un consumo e inversión privada “sólidos”, así como por la fortaleza en sectores como los servicios, la construcción y la producción de automóviles, lo que ha llevado a que el desempleo se encuentre en niveles mínimos históricos, destacó el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aumentó de 2.6 a 3.2 por ciento las perspectivas de crecimiento del país para este año.
En las conclusiones de su revisión anual a la economía mexicana, el organismo también elevó el pronóstico de crecimiento para 2024, al pasarlo de 1.5 a 2.1 por ciento, lo que exhibe una desaceleración. El FMI destacó que si bien la política fiscal en México ha apostado por un mayor gasto; su impacto en el crecimiento se verá limitado por restricciones en la capacidad de producción, tasas de interés altas y la desaceleración del crecimiento en Estados Unidos.
En sus conclusiones preliminares a la revisión anual de la economía mexicana, agregó que, pese al aumento del déficit fiscal, aún se espera que la deuda bruta del sector público disminuya a 52.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) al cierre de 2023 ―de acuerdo con las métricas del organismo―; lo que probablemente la haga “sostenible en el mediano plazo”. En este punto, el FMI calificó de “encomiable” el manejo que se ha hecho del endeudamiento en el país.
Reformas para aprovechar nearshoring
El organismo expuso que un mayor crecimiento de la economía estadounidense impulsaría a la mexicana; pero son más los riesgos que podrían presionar a la baja, entre ellos un aumento en la aversión global al riesgo, el incremento de tasas de interés en las economías avanzadas o retrasos en la implementación de proyectos de infraestructura clave para el país, que pesarían sobre la producción.
El FMI exhibió que el crecimiento de la producción per cápita en México ha sido inferior al de economías pares, pese a la apertura comercial del país, sus costos laborales “moderados”, el impulso vía inversión extranjera y su integración en las cadenas de suministro de América del Norte. Sin embargo, la relocalización de las cadenas de suministro a nivel global significa una “oportunidad importante”, sobre todo por los vínculos comerciales que existen con Estados Unidos.
Para “capitalizar este potencial y competir con otros lugares de producción”, se requiere que México realice una serie de reformas para atender aspectos estructurales, como el fomentar la participación femenina en la fuerza laboral, fortalecer la gobernanza, mejorar la infraestructura pública y promover la profundización financiera; al tiempo que se siguen aplicando “políticas macroeconómicas prudentes”, acotó el organismo.
Presupuesto 2024, presión para la inflación
El FMI destacó que el “presupuesto expansivo” propuesto para 2024, que apuesta por una trayectoria fiscal “excesivamente procíclica”, al aumentar el gasto por encima de un crecimiento de los ingresos y proyectar un déficit de 5.4 por ciento, resultará en una presión para la inflación.
“La política monetaria debería seguir siendo restrictiva hasta que la inflación se acerque decisivamente a la meta del banco central”, que es de 3 por ciento (± puntos porcentuales), lo cual implicará que la tasa del Banco de México no baje del 11.25 por ciento en que se encuentra actualmente, sino hasta mediados de 2024, sostuvo el FMI.
Apoyos a Pemex, “paso positivo”
En un tono distinto a otras revisiones del Artículo IV para México, y también con una referencia más breve, el FMI consideró que los apoyos propuestos para Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2024 ―tanto la reducción en la tasa del derecho utilidad compartida, de 40 a 35 por ciento, como la línea presupuestal por 145 mil millones de pesos― son “un paso positivo hacia adelante”.
Ambos apoyos aumentan “la transparencia y ayudará a facilitar una discusión sobre las compensaciones entre dirigir recursos públicos a Pemex, en lugar de otras prioridades presupuestarias”, matizó y cuestionó el FMI, al tiempo que subrayó los apoyos presupuestarios continuos a la petrolera debería condicionarse a “planes creíbles para mejorar” su viabilidad comercial.
Sobre el sistema financiero mexicano, el FMI reiteró que éste se encuentra sólido y se ha probado en ejercicios de estrés. “Los niveles de capital se mantendrían por encima de los mínimos regulatorios incluso en los escenarios bajistas más severos. Esta resiliencia sistémica quedó demostrada a principios de este año cuando surgieron tensiones en los sistemas financieros de algunas economías avanzadas”, subrayó.
El organismo enfatizó que un pendiente y prioridad para el país se encuentra en abordar la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Sobre todo con la creación de un registro de beneficiarios reales, que ayudaría a garantizar la transparencia corporativa y mitigar los riesgos de uso indebido de entidades legales con fines delictivos.
En ese punto enfatizó que también es necesaria una mayor colaboración entre autoridades, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Servicio de Administración Tributaria, para supervisar riesgos potenciales derivados del crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción, la evasión fiscal y el producto extranjero del delito.
