El diputado local chiapaneco del PT, Carlos Morelos Rodríguez, agredió físicamente a quien esto escribe, al verse evidenciado como ignorante del tema laboral sobre el que se le pidió, en más de tres ocasiones, una entrevista.
Desde la semana pasada se buscó al legislador para que diera su posicionamiento sobre los cambios que anunció Morena y PRI respecto de aprobar, en septiembre venidero, la reducción de la jornada laboral a 40 horas por semana.
Se debe señalar que con este cambio las 48 horas semanales (8 diarias por seis días laborales), se reducirían a 40 horas y es precisamente sobre cómo afectaría o beneficiaría esta medida a los empleadores y trabajadores que se le pidió al representante popular, diera su punto de vista.
Morelos Rodríguez en dos ocasiones pasadas había manifestado que atendería la solicitud, empero, al llegar la nueva fecha, argumentaba tener prisa y posponía la entrevista.
Al manifestarle que la manera en que dispone del tiempo de los demás no es ética, el legislador comenzó a mostrar enfado y contestó: “No es mi obligación contestar”.
El legislador parece olvidar que según la Ley: “Debe mantener un vínculo permanente con sus representados, a través de una oficina física y/o virtual de enlace legislativo en el distrito o circunscripción para el que haya sido electo”.
En otras palabras, está obligado a dar a conocer su posición respecto al tema por el que se le buscó, ya que tanto los trabajadores como los empleadores de su Distrito Electoral (IX Palenque), desearían respuestas sobre de qué manera los beneficiará o afectará los cambios a la Ley del Trabajo.
Morelos Rodríguez al no saber cómo huir de la situación, sacó su celular y comenzó a grabar al responsable de esta información y a cuestionarlo sobre en qué medios de información trabajaba, no sin antes asegurar “se a lo que vienes, quieres dinero”, dijo.
El legislador obtuvo las respuestas que necesitaba, al escuchar mis generales y los medios en que colaboro, a lo que respondió con “te felicito por estar en medios que no extorsionan”, pero oprimiendo mi antebrazo más allá de algo natural, es decir, con intención de lastimar.
Tras retirarlo de dicha acción, lo único que quedó por hacer al Diputado, fue continuar su camino, “pues según alguien ya lo esperaba en un auto afuera del Congreso, donde no está permitido estacionarse”.
