El legislador adelantó que planteará una iniciativa encaminada a evitar el maltrato animal
MANUEL MONROY
En opinión del legislador de Morena y presidente de la Comisión de Ecología del Congreso del estado, Juan Salvador Camacho Velasco, las tiendas de mascotas deben desaparecer. “Ya no se puede fomentar el crecimiento de una población como la de perros, cuando muchos de estos después son abandonados por sus dueños”, dijo.
En entrevista recordó que la problemática de los perros callejeros y un lugar donde puedan ser confinados es un tema que no ha sido atendido desde hace muchos años. “Es el gobierno municipal el responsable de esto entendiéndose que si hay canes vagando y defecando en las calles de la ciudad, es un caso de salud pública”, refirió.
El legislador se comprometió a abordar el tema en tribuna del Congreso, así como plantear una iniciativa para responsabilizar a los dueños de los perros que los abandonan, lo cual origina que éstos se conviertan en una plaga. “La normatividad estará encaminada a evitar el maltrato animal y la plantearé en el próximo período de sesiones”
Detalló que propondrá sanciones ejemplares para aquellas personas que dejen en la calle a canes o felinos, “además de que para aquellos que ya son callejeros, deberán establecerse perreras dignas donde se les dé en adopción, debidamente esterilizados para evitar su proliferación, mientras que para los enfermos se considerará su sacrificio”.
Insistió que la venta de mascotas en tiendas especializadas debe desaparecer. “Lo que necesitamos generar una cultura de la adopción, además de sancionar a quien abandona o maltrate a su perro o gato”, señaló y agregó que este planteamiento lo integrará a su iniciativa donde solicitará la prohibición de corridas de toros y todo aquel espectáculo donde se maltrata a animales, misma que adelantó semanas atrás.
En cuanto a las sanciones que podrían crearse para quienes no cumplieran con esta disposición, Camacho Velasco reveló que podrían ser desde las económicas, hasta las de ponerlas a realizar trabajos comunitarios e incluso prisión preventiva. “En países de avanzada quien realiza esta mala práctica es un delito y termina en el cárcel”.