Pie de Página
El número de diagnósticos y hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia se redujo en comparación con años anteriores y pacientes que conviven día a día con esta enfermedad crónica vieron limitado su acceso a la salud. “Mi última revisión médica fue hace dos meses en una clínica particular. Antes, cuando tenía seguro, mis consultas eran mensuales. Pero ahora las realizo cada dos o tres meses, dependiendo de la disponibilidad económica que tengamos en casa”.
En 2020 Felipe perdió su trabajo a raíz de la pandemia. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población económicamente activa se redujo en un 17.6 por ciento durante el segundo trimestre de ese año. Felipe es uno más de los afectados que tras los reajustes de las empresas ante el confinamiento, resultó perjudicado por la reducción en sus nóminas.
Felipe también padece diabetes desde hace 20 años: esta enfermedad le fue diagnosticada a los 40, cuando comenzó a presentar síntomas comunes como la pérdida de peso. Desde que se le descubriera, su tratamiento consiste en inyecciones diarias de insulina glargina y tres pastillas de metformina, dos medicamentos que le ayudan a controlar la cantidad de glucosa en su sangre. Además, debe acompañarlas con cápsulas de levotiroxina y losartán para tratar su hipertensión.
“Antes estos medicamentos me los brindaba el seguro. A veces yo los compraba porque lo que da el IMSS no alcanza, pero ahora todo lo tengo que costear por mi cuenta”, dice Felipe en entrevista con Serendipia. Junto a su empleo, Felipe también perdió su seguridad social y, con ella, la asistencia médica por parte del Estado. Durante 20 años acudió a la Unidad Familiar 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Puebla. Sin embargo, en la actualidad debe hacerse cargo solo. “Todo es particular ahora porque he estado desempleado dos años y dejé de tener seguro”, afirma.
Para Patricio Juárez la situación fue parecida, pues también se vio obligado a asumir los gastos de esta enfermedad por su cuenta. Si bien logró conservar su empleo durante la pandemia, la contingencia sanitaria le dificultó el acceso a consultas médicas. “Mi última revisión con el especialista de medicina interna fue hace dos años, unos días antes de la pandemia”, recuerda Patricio en entrevista con Serendipia. “Antes de esa fecha las citas con el médico familiar eran cada mes, pero durante la pandemia me las cancelaron porque mi hospital se convirtió en hospital covid”.
Debido a la contingencia sanitaria los pacientes no sólo enfrentaron problemas con sus consultas médicas: el número de diagnósticos de diabetes durante la pandemia también se redujo casi a la mitad en 2020. Esto según datos de los Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud (SSa) analizados por Serendipia. La investigación abarca un periodo de once años (esto es, de 2010 a 2021) en el sector de salud pública de todo el país.
Diagnósticos de diabetes durante la pandemia se redujeron casi a la mitad en 2020
En su análisis, Serendipia encontró que durante todo 2020 la cantidad de diagnósticos de diabetes disminuyó en 59.8 por ciento con respecto a 2014 (el año con más registros del periodo abarcado). Si en 2014 hubo 12.3 millones de diagnósticos, en 2020 esta cifra se redujo hasta los 4.9 millones. Con respecto a 2021, la reducción es de 58.2 por ciento, pues el número de diagnósticos bajó a 5.1 millones durante el año pasado.
Si se compara con 2019, un año antes del inicio de la pandemia, la disminución es menor pero significativa. En este caso, la reducción en 2020 alcanza un 49 por ciento, ya que el número de valoraciones médicas en 2019 fue de poco más de 9 millones. Para 2021, el recorte es de 42.8 por ciento.
“En la pandemia me mantuve checándome por mi cuenta. Si no podía tomar mi nivel de azúcar una vez a la semana, al menos lo hacía cada quince días”, recuerda Patricio, quien padece diabetes desde hace 11 años. Su tratamiento consiste en pastillas de metformina y glibenclamida dos veces al día, con una de linagliptina durante la comida; medicamentos que le ayudan a reducir los niveles de glucosa en su sangre. Todo este tiempo se ha atendido en la Unidad Familiar 2 del IMSS, también en la ciudad de Puebla.
No obstante, con la pandemia se vio obligado a cuidarse por sí mismo. “Comencé a tomarme yo solo la glucosa porque a mediados de 2020 me avisaron que se suspendería mi atención médica”, afirma. De acuerdo con los datos de la SSa, el estado de Puebla brindó apenas el 13 por ciento del total de valoraciones médicas de diabetes realizadas durante 2020 (esto es, 649 mil 486 diagnósticos).
“Pasaba cuando tenía seguro que a veces no había medicamentos. Pero no podía estar esperando a que llegara la insulina porque me tenía que seguir inyectando a diario. Eso ocurría frecuentemente”, recuerda Felipe. “No era muy constante el seguro en su entrega de medicamentos. Siempre nos decían que los laboratorios que les proveían no cumplían, que no surtían por situaciones internacionales que provocaban desabasto. El problema es que el seguro no prevé este tipo de situaciones que se llegan a presentar, como lo demostró la pandemia”.
En comparación con años anteriores, la cantidad de diagnósticos en la entidad disminuyó durante la contingencia sanitaria por covid-19. Por ejemplo, en 2019 Puebla otorgó 17.5 por ciento del total de valoraciones médicas de diabetes a nivel nacional con 1.5 millones sólo en el estado. Para 2021, el recorte en Puebla es aún más significativo: la entidad sólo realizó el 10.4 por ciento, lo que es apenas 540 mil 734 diagnósticos de todos los registrados en el país durante ese año.
Baja California Sur es otra de las entidades que sufrió una disminución en el número de diagnósticos de diabetes durante la pandemia, con sólo 0.36 por ciento del total en 2020 (es decir, apenas 18 mil 188 valoraciones realizadas). De hecho, junto a Yucatán con 0.46 por ciento son las entidades del país que menor cantidad de diagnósticos reportan durante el año de inicio del confinamiento.
“Con el desabasto que hubo en 2020 la institución me dijo que no tenía el medicamento y que dentro de los inventarios no estaba la orden de requisición a los laboratorios que les surten”, declara René Vite en entrevista con Serendipia. Desde hace siete años René fue diagnosticado con diabetes e hipertensión y ha sido atendido en la Unidad Familiar 2 del IMSS en la ciudad de Puebla. “Fue a principios de año. Terminé 2019 con mis consultas mensuales, pero a raíz del inicio de la pandemia comencé a tenerlas cada tres meses. Sólo me recetaban medicamento para ese tiempo, pero a veces no lo había”.
Hospitalizaciones por diabetes: 2020 registra el menor número en nueve años
“Perder mi trabajo y mi seguro incrementó muchísimo mis gastos. Al mes invierto casi dos mil pesos en medicamentos, más tres mil en revisiones médicas que pago cada que puedo”, declara Felipe. “Aunado a que todos los productos aumentaron en estos últimos dos años, incluidas las medicinas”.
En contraste, el número de hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia se redujo en un 36.2 por ciento en 2020. Ese año se registraron apenas 41 mil 818 hospitalizaciones a nivel nacional por esta enfermedad, cifra que aumenta a 65 mil 626 en el caso del 2019.
Desde 2012 hasta 2019 la cantidad de hospitalizaciones por diabetes en el país se mantuvo entre 59 y 65 mil hospitalizaciones anuales. En realidad, los datos demuestran que el año con menor número de hospitalizaciones por diabetes es 2011, año desde el que se tiene registro de las hospitalizaciones por esta enfermedad en los Cubos Dinámicos de la SSa. Sin embargo, como veremos más adelante, la reducción en hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia no se debe precisamente a una baja de complicaciones por esta enfermedad.
“En el transcurso de la contingencia tuve que costear todos los medicamentos de mi bolsillo, lo que significó que mi gasto incrementara unos mil pesos mensuales que no tenía previstos. Principalmente porque era difícil conseguir la cita con el doctor de medicina familiar que es quien me surtía el medicamento”, recuerda Patricio.
Pero la pandemia no sólo repercutió en los diagnósticos, hospitalizaciones y el desabasto de medicamentos para atender esta enfermedad. “Pasó al inicio de la pandemia que no encontré alcohol líquido por ningún lado y eso fue un problema. Yo lo necesito cada día para desinfectar el área en la que voy a inyectarme la insulina”, denuncia Felipe. “Estuve todo el 2020 usando gel antibacterial para poder hacerlo”.
“Cuando empezó la pandemia me suspendieron las citas médicas por medio año. En ese tiempo sólo tuve dos consultas en seis meses”, recuerda René. “Después me mandaron con un especialista. Pero él dijo que, sólo por mi situación particular, aún con la pandemia tenía que tomar las consultas de forma mensual”.
Sin embargo, no todos los pacientes con esta enfermedad tuvieron la misma oportunidad. En el caso de las hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia, Puebla registró sólo el 3.9 por ciento de todas las hospitalizaciones nacionales del año 2020. Para 2021, el porcentaje se mantuvo igual con poco más de mil 600 hospitalizaciones en la entidad. Sin embargo, en 2019 (un año antes del inicio de la pandemia), Puebla reportó el 4.8 por ciento del total: esto es, 3 mil 192 hospitalizaciones por diabetes en el estado.
En esta línea, Baja California Sur fue de nuevo la entidad con menor número de hospitalizaciones por diabetes durante la pandemia. En 2020 el estado registró sólo 282 hospitalizaciones: el 0.67 por ciento del total nacional. Colima, por su parte, apenas lo superó con 325 hospitalizaciones (0.77 por ciento).
“La misma autoridad lo ha dicho en las noticias. Han tenido desabasto de medicamentos y si antes lo tenían, ahora es peor”, afirma Felipe. “Mis anteriores compañeros de trabajo me contaron que debían conseguir sus medicamentos en particular. Incluso se ha llegado a rumorear entre ellos que ni insulina van a dar en el seguro. Y una sola ampolleta te cuesta mil pesos, pero sólo dura un mes. A eso suma todo lo demás”.
Muertes por diabetes durante la pandemia aumentan en 44 por ciento
“Como paciente de diabetes sentí mucho estrés y temor durante la pandemia porque sabía de mi vulnerabilidad”, recuerda René. “Intenté seguir las indicaciones al pie de la letra, pero pues siempre existía ese riesgo por mi enfermedad. El doctor fue muy claro: la diabetes no haría factible mi recuperación en caso de contagiarme de COVID-19”.
De acuerdo con los datos sobre exceso de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) analizados por Serendipia, 2020 fue el año con mayor registro de fallecimientos por diabetes desde 2012. Ese año, el número de muertes por esta enfermedad fue de 85 mil, mientras que en 2020 la cifra creció hasta las 151 mil defunciones. Esto representa un incremento de 77 por ciento entre ambos años.
Con respecto a 2019, el aumento de muertes por diabetes durante la pandemia alcanza el 44.7 por ciento en 2020, lo que la ubicó como la tercera causa de muerte a nivel nacional tras la covid-19 y las enfermedades del corazón. Es más, de acuerdo con las “Estadísticas de defunciones registradas de enero a junio de 2021” por el Inegi, en ese periodo del año pasado la diabetes continuó justo en la misma posición.
“Ahora tengo las tres vacunas pero si no las tuviera y me contagiara de covid, ya no la estaría contando”, comenta Felipe. “Debo tener mucho cuidado con lo que hago para evitar que contagiarme. Por eso dicen que cuando uno tiene diabetes se deprime”.
En 2020, el Estado de México fue la entidad con mayor número de muertes por diabetes: 17 por ciento del total (esto es, 26 mil 453 defunciones). Puebla se posicionó en tercer lugar con el 6.6 por ciento de muertes: 10 mil 34 fallecimientos de personas con diabetes.
Con respecto a 2019, la Ciudad de México también presentó un incremento en la cantidad de muertes por diabetes. En su caso, pasó de 8.8 a 9.6 por ciento del total de defunciones por esta enfermedad en 2020. Esto es, de 9 a más de 14 mil fallecimientos por diabetes en sólo doce meses: una diferencia de seis mil personas que perdieron la vida por esta enfermedad durante el año pasado.
“Supe de personas (con diabetes) que se contagiaron de covid y tuvieron que recurrir al oxígeno, otro problema porque un tanque llegó a costar hasta 20 mil pesos”, afirma Felipe. “Obviamente la gente no tenía dinero para eso. Muchos se fueron porque ¿de dónde sacar 20 mil pesos cada cuatro días para comprar un tanque de oxígeno?”