MANUEL MONROY
«Aunque los Derechos Humanos son universales, lamentablemente no siempre lo son en su acceso para las mujeres y los pueblos originarios», destacó la diputada del Partido Verde Ecologista, Bertha Flores Sánchez.
Para la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del estado de Chiapas el camino hacia la justicia e igualdad ha sido arduo y ha estado marcado por el silencio impuesto, exclusion histórica y violencia estructural.
Sin embargo, la legisladora señaló que hoy tanto mujeres como pueblos indígenas están de pie demostrando que sus voces no son inquebrantables y que las culturas son la raíz del futuro «pues el derecho a la igualdad no es negociable».
Recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada hace 77 años, establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Sin embargo, resaltó que para que esta frase se convierta en realidad es indispensable recordar que los DH no pueden ser ajenos a los contextos culturales y sociales de quienes lo viven.
Flores Sánchez, cuyo origen es indígena, comentó igualmente que la libertad para las comunidades originarias no solo es individual, sino colectiva y la justicia no es solo una idea, sino que es un compromiso con la tierra, lengua y costumbres.
Durante su breve disertación, la representante popular lamentó que las mujeres indígenas enfrenten barreras que dificultan au acceso a la educación, salud, justicia y la participación política.
«Nos enfentamos a una doble discriminación. La primera por ser mujeres y la segunda por pertenecer a los pueblos originarios. empero, los derechos humanos son una herramienta para transformar esta realidad», dijo.
Hizo un llamado para garantizar el derecho de las mujeres indígenas a vivir libres de violencia, además de respetar sus cuerpos, tierras, lenguas y que nunca más una mujer deba abandonar sus raíces para ser escuchada.