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El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) informó que un grupo de arqueólogos mexicanos y eslovenos descubrió los restos de una enigmática estructura prehispánica subterránea a cinco kilómetros al noroeste del sitio arqueológico de Nadzcaan, en el estado de Campeche.
El hallazgo se produjo mientras se realizaban excavaciones en una cancha de juego de pelota en el sector oriental de la antigua ciudad de Ocomtún. El juego de pelota era un deporte con connotaciones ceremoniales que practicaban los mayas y otros pueblos mesoamericanos.
Este centro urbano fue encontrado el año pasado, cuando un equipo de arqueólogos estaba inspeccionando algunas áreas inexploradas de las Tierras Bajas Mayas, en Campeche, mediante escaneo láser aerotransportado.
De acuerdo con el INAH, la estructura subterránea, que estaba cubierta con una capa de estuco pintado, podría datar del período Clásico temprano, que abarca aproximadamente los años 200 y 600 d.C. Sin embargo, existen interrogantes sobre su origen y su uso.
Un arqueólogo del Instituto de Estudios Antropológicos y Espaciales de Eslovenia, Ivan Sprajc, señaló en una reciente entrevista al portal LiveScience que han localizado partes de un edificio trasero «que tenía paredes pintadas», aunque se necesitan otras excavaciones para identificar la forma que tiene el edificio y conocer «su función».
Descubriendo más edificios
En el lugar también se encontró una plaza con una pirámide de 16 metros de altura y un depósito de agua rectangular. En la parte superior de la pirámide, se descubrieron algunos objetos empleados como ofrendas, entre los que destacan vasijas de cerámica, un fragmento que representa la pata de un animal y una punta de pedernal.
Según Sprajc, los objetos encontrados posiblemente corresponden al período Posclásico tardío (1250-1524), lo que es una evidencia de la presencia de asentamientos humanos antes de la llegada de los conquistadores españoles.
En el Posclásico tardío, las Tierras Bajas Mayas Centrales experimentaron un caos político. No obstante, Sprajc explicó que la población «permaneció en la zona después de la crisis que condujo a la drástica disminución demográfica en los siglos IX y X», que fue ocasionada por «la superpoblación, el agotamiento del suelo, el cambio climático (sequías prolongadas) y la guerra destructiva».