Guillermo Acero Bustamante, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) Chiapas, alertó sobre la crisis que atraviesa el sector, misma que en los primeros dos meses del año registró un descenso de 20% en ventas.
«La baja se determina con los números alcanzados en 2019, ya que como se sabe en 2020 y 2021 fueron años atípicos debido a la pandemia por SARS -CoV2», dijo y consideró que de no mejorar la situación, algunos empresarios podrían llegar a despedir empleados para no sufrir más perdidas económicas.
Recordó que poco antes de finalizar el 2021, las expectativas para el sector eran halagüeñas e incluso se calculó que tendría un crecimiento de 5% de manera global, no obstante, «uno de los factores que frenó dicha posibilidad es el alza en el costo de los insumos.
«Luego de un buen cierre en el ejercicio pasado, pensamos que este año sería el de recuperación total, empero, el incremento que han sufrido los alimentos, además de la elevación en tarifas eléctricas, gas y otros servicios, provocó que en solo 60 días llevemos 20% de caida en nuestros tickets de consumo», aseveró.
Cuestionado respecto a si esta nuevo descalabro no generará el cierre de establecimientos, el líder aceptó la existencia de esta posibilidad. «Muchos restaurantes estarán nuevamente en riesgo de bajar sus cortinas, ante la falta de liquudez y otras posiblemente despidan a personal», consideró.
Ante dicho panorama, Acero Bustamante insistió que las autoridades gubernamentales deben intervenir siendo avales para que los inversionistas en este campo obtengan créditos de parte de instituciones financieras. «La pandemia sigue y es un enemigo latente de la economía».
Aunque el empresario aceptó que se tienen esperanzas de que las ventas mejoren en la inminente Semana Santa que se aproxima, aseguró que se requieren nuevas estrategias para que los restaurantes mantengan un nivel económico satisfactorio.
