El estudio geoestadístico de la atención a personas desaparecidas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el cual compila datos desde 1969 a 2023, señala a Tamaulipas como el estado con mayor número de desapariciones, con mil 074 personas reportadas; Chiapas, solo tiene un registro de 101 personas bajo dichas circunstancias, que lo coloca en los últimos lugares del país con esta problemática.
Sobre el caso de Guerrero, que tiene mil 019 casos, el informe señala como importante destacar que el grueso de los datos
corresponde al período de represión y violencia política (1956 a 1990), en contraste con cinco estados en los que el acumulado histórico de personas registradas como desaparecidas rebasa las 600 (Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, Jalisco y Sinaloa).
El reporte destaca que en 2007 la Comisión Nacional puso en funcionamiento el Sistema de Información Nacional de Personas Extraviadas y Fallecidas no Identificadas (SINPEF), cuyo objetivo primordial es brindar atención a las víctimas de desaparición.
Añade que el Sistema permite realizar diversas gestiones interinstitucionales para colaborar en la búsqueda y la localización de las personas reportadas como desaparecidas y transmitir los hallazgos, así como mandata a esta comisión el Protocolo Homologado para la Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
Califica como importante mencionar el hecho de que actualmente no se elaboran expedientes SINPEF colectivos; es decir, se consideran los casos de desapariciones colectivas, pero a cada persona ausente se le elabora un expediente para dar un seguimiento individualizado y colaborativo con las autoridades primarias.
Y es que, aclara, un análisis preciso del estado actual de la desaparición de personas en México requiere no sólo de contabilizar el caso y registrar el sexo de la persona, su edad y lugar de desaparición; se trata también de entender las circunstancias y momentos en que ocurrieron dichas desapariciones.
Por ello, durante 2023, de los casos que conoce la CNDH, se ha realizado un rastreo profundo de los espacios geográficos de las desapariciones y de las situaciones vulnerables de las víctimas directas; esto, utilizando el enfoque de derechos humanos y de género.