La Jornada
Tapachula. Soldados guatemaltecos y hondureños serán desplegados para evitar el avance de nuevas caravanas de migrantes hacia Estados Unidos, dijeron militares, en medio de la creciente desesperación entre los que buscan cruzar las fronteras para llegar a Estados Unidos.
Dos devastadores huracanes que azotaron la región a finales del 2020, junto con las graves consecuencias económicas que ha dejado el Covid-19, han empujado a millones de personas a una situación de hambre y con ello a un aumento de la migración hacia Estados Unidos a través de México.
En Tapachula, grupos de agobiados migrantes que ya habían logrado cruzar la frontera con Guatemala, y esperaban para seguir su camino a Estados Unidos, rogaban a funcionarios que les proporcionaran visas humanitarias para dejarlos cruzar a través del territorio mexicano.
«Lo que queremos es que nos atiendan, eso nada más. Que nos den la visa para irnos», dijo Suset Palmares, una cubana que portaba un cubrebocas como la mayoría de las personas a su alrededor.
Soldados mexicanos portando equipos antidisturbios observaban de cerca mientras funcionarios de migración ordenaban a través megáfonos a los migrantes aglutinados en la calle y que bloqueaban el tráfico a que se dispersaran.
En grupos en redes sociales, muchos hondureños han indicado que planean salir el próximo fin de semana en una nueva caravana, lo que ha llamado la atención de funcionarios estadounidenses y quienes han pedido a los gobiernos de la región que los detengan.
En los últimos años, muchos migrantes han elegido viajar en caravanas porque el hecho de formar parte de un grupo numeroso les ofrece protección contra los delincuentes que podrían aprovecharse de ellos, aunque viajar solos suele ser más rápido.
El portavoz militar de Guatemala, Rubén Téllez, dijo el viernes que se desplegarán hasta cuatro mil soldados para impedir que los migrantes entren en masa.
«Se va a reforzar el control con las fronteras que compartimos con México, Honduras y El Salvador y sobre la zona de adyacencia con Belice», dijo Téllez a Reuters y añadió que la fuerza aérea guatemalteca también participará en los esfuerzos contra las caravanas.
El general Tito Livio Moreno, militar de alto rango en Honduras, dijo a principios de esta semana que también se desplegarán soldados en su país en un intento por detener preventivamente cualquier caravana.
Más allá de las medidas de seguridad, la autoridad migratoria de Guatemala anunció el viernes que sólo permitiría la entrada a los hondureños que tuvieran un pasaporte válido y una prueba de coronavirus negativa.
En el pasado, esfuerzos similares han demostrado ser exitosos para detener a los migrantes, pero han suscitado la preocupación de grupos de derechos humanos por las estrictas limitaciones a la movilidad que se imponen a las personas que tratan de huir, desesperadas por la violencia desenfrenada y la pobreza en sus países de origen.
El año pasado, México autorizó a la Guardia Nacional, un cuerpo policial militarizado, a «regular» la migración indocumentada en sus fronteras norte y sur bajo la intensa presión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien le quedan ahora menos de dos semanas en el cargo.