El Economista
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró que ha avanzado para alcanzar la conciliación con México respecto a sus preocupaciones en asuntos relacionados con la migración y el tráfico de drogas en Estados Unidos.
“Con México estamos lidiando creo que muy bien y solo queremos ser tratados de forma justa con otras naciones”, comentó Trump al participar -vía remota- en una reunión del Foro Económico Mundial, celebrado en Davos, Suiza.
El martes, en la Casa Blanca, Trump reafirmó su intención de imponer un arancel adicional de 10% a China y de 25% a México y Canadá “probablemente” el próximo 1 de febrero.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha declarado que aplicará medidas espejo en caso de que Estados Unidos establezca aranceles unilaterales a sus importaciones originarias de México, pero ha puesto empero un mayor énfasis en el interés de llegar a acuerdos de colaboración para coadyuvar con las preocupaciones de Trump.
“Ellos pueden actuar en su territorio, nosotros lo que decimos es la defensa de nuestra soberanía e independencia. Por eso dijimos nos coordinamos, pero somos un país libre, independiente y soberano”, dijo Sheinbaum este martes.
Respecto a Canadá, Trump dijo en la misma reunión que para Estados Unidos ha sido “muy difícil de tratar a lo largo de los años” con las autoridades canadienses.
“No los necesitamos para fabricar nuestros autos y ellos hacen muchos de ellos. Nosotros no necesitamos su madera porque nosotros tenemos nuestros bosques, gas y petróleo, tenemos más que nadie”, agregó en referencia a los canadienses.
Las áreas actuales y potenciales de discusión sobre comercio entre funcionarios estadounidenses y canadienses incluyen la legislación canadiense sobre proveedores de servicios digitales, medios de comunicación y contenido en línea; cuestiones automotrices y posible cooperación en minerales críticos; el acceso de Estados Unidos al mercado de productos lácteos de Canadá; y la industria de madera blanda de Canadá.
Trump ha criticado la relación que Estados Unidos tiene con Canadá, a quien en días pasados le comunicó su idea de convertirlo en el 51° estado de Estados Unidos y que volvió a repetir durante su discurso.
“Como saben, dije que ustedes podrían volverse un estado, y si ustedes quieren serlo, no tendremos déficit (comercial), no necesitaremos imponerles aranceles aduaneros”, dijo.
En noviembre pasado, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se pronunció a favor de que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) continúe, pero acotó que esto depende de las decisiones que tome México.
“Tenemos un acuerdo comercial absolutamente excepcional en este momento… Es algo que nos gustaría que continuara. Esa es mi primera opción”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa televisada.
“Lo ideal sería que lo hagamos como un mercado norteamericano unido, pero en función de las decisiones y elecciones que México haya tomado. Tal vez tengamos que considerar otras opciones. Pero permítanme decirlo una vez más: mi situación ideal es que sigamos trabajando juntos para proteger los empleos en América del Norte”, agregó.
Trump invita a producir en Estados Unidos o pagar aranceles
En su mensaje, el mandatario estadounidense invitó a los empresarios reunidos en el Foro de Davos a «producir en Estados Unidos» porque, si no, «tendrán que pagar aranceles» para vender sus productos en ese país.
«Mi mensaje para todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos a Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo», declaró el dirigente republicano por videoconferencia desde la Casa Blanca.
«Pero si no los producen en Estados Unidos, y están en su derecho, entonces, simplemente, tendrán que pagar aranceles», advirtió, tres días después de ser investido para un segundo mandato al frente de Estados Unidos.
Su intervención era muy esperada tras la serie de decretos que firmó desde su regreso al poder.
El presidente estadounidense aprovechó la tribuna de Davos para recordar sus planes de reducción de impuestos y su lucha contra la inmigración irregular.
También instó a Arabia Saudita y a la OPEP a «bajar el coste del petróleo» y afirmó que «si el precio fuera más bajo, la guerra entre Rusia y Ucrania pararía inmediatamente».
El mandatario, de 78 años, respondió después a las preguntas de varios ejecutivos del sector financiero y energético.