En Nayarit, donde la Organización Beltrán Leyva mantenía a su socio “El H2”, y que según la DEA protegía Cienfuegos, se registraron menos ataques militares y civiles armados respecto al sexenio pasado.
Animal Político
Durante la gestión del General Salvador Cienfuegos al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los enfrentamientos entre militares y civiles armados disminuyeron un 37.06% comparado con el sexenio anterior, pero también bajaron significativamente las detenciones de los agresores del Ejército, de acuerdo cifras oficiales obtenidas vía la Plataforma Nacional de Transparencia.
Mientras que en el sexenio del presidente Felipe Calderón (1 de diciembre de 2006-30 noviembre de 2012) el Ejército registró 2,744 enfrentamientos armados, con el presidente Enrique Peña Nieto (1 de diciembre de 2012-30 noviembre de 2018) se reportaron 1,726 ataques de este tipo.
Producto de estos enfrentamientos, con el político panista Felipe Calderón murieron 171 militares y 1,019 quedaron heridos, mientras que 3,306 agresores murieron, 420 quedaron heridos, y 2,723 presuntos criminales fueron detenidos.
En contraste, en la administración de Peña Nieto (con el General Cienfuegos al mando de la Sedena), 94 militares murieron, 548 resultaron heridos, a la par que 1,282 agresores fallecieron en los enfrentamientos, 242 quedaron heridos y 1,126 fueron detenidos.
En el caso de los agresores muertos entre un sexenio y otro, las cifras representan una disminución del 61.22% con Cienfuegos, en tanto hubo una baja del 42% de agresores heridos y una del 58% en el caso de los atacantes detenidos.
Estas cifras fueron utilizadas por la Sedena para la elaboración de su “índice de letalidad”, datos que además fueron previamente validados por el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI) dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR).
El General Salvador Cienfuegos fue detenido el pasado jueves en el Aeropuerto de Los Ángeles, California, Estados Unidos, acusado de haber utilizado su cargo como Secretario de la Defensa en México (2012-2018) para ayudar a la organización del narcotráfico de Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como “H-2”, y quien fuera socio de los hermanos Beltrán Leyva.
Todo esto presuntamente entre diciembre de 2015 y febrero de 2017, cinco meses después de que Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel del Pacífico o Sinaloa y acérrimo enemigo de los Beltrán, se escapara por segunda ocasión de una prisión de máxima seguridad en México.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, el “H-2” dirigía (fue abatido en 2017) una “violenta organización” que tenía como sede los estados de Nayarit y Sinaloa, México, a quien se le atribuye la introducción de miles de kilogramos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a los Estados Unidos, incluida la ciudad de Nueva York, donde se encuentra radicado el caso del General Cienfuegos.
En una carta de motivos enviada a la juez que lleva el caso de Cienfuegos, las autoridades norteamericanos aseguraron que la organización del “H-2 ha utilizado la corrupción de funcionarios públicos, incluidos los sobornos al acusado mientras era un alto funcionario mexicano, como medio y método para lograr las metas de su empresa de narcotráfico. A cambio de sobornos de otros funcionarios del gobierno mexicano, el Cartel H-2 aseguró el arresto y la tortura de narcotraficantes rivales por parte de las fuerzas del orden mexicanas, la liberación de los miembros del Cartel H-2 de la prisión y la capacidad de participar en actividades narcotráfico, tráfico de armas de fuego y violencia, incluidas decenas de asesinatos, sin interferencia de las fuerzas del orden mexicano”.