Teresa Lorena Domínguez Alatorre, presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Chiapas, recordó que desde 2016 el organismo ha manejado una propuesta de una nueva cultura para recuperar el poder adquisitivo del Salario Mínimo.
«La meta es llegar en 2026 a la línea de bienestar familiar, es decir, que un salario alcance para adquirir dos canastas, alimentarias y no alimentarias», dijo y agregó que con el incemento de 20%, acordado de manera tripartita entre la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, sector Empresarial y gobierno, se muestra el compromiso con los trabajadores de México.
Interrogada si con 249 pesos diarios como sueldo diario, un chiapaneco podría alcanzar mayores beneficios para su familia, la empresaria señaló que para que esto pueda aterrizarse, antes necesita haber un reordenamiento del comercio informal, el cual maneja la mayor parte de personas que ganan el salario mínimo.
«Para quienes están del lado de la formalidad, es beneficioso para sus trabajadores, pues van cerrando una brecha y les permite tener un mayor poder adquisitivo y mejor calidad de vida», aseguró.
Afirmó que la mayoría de las empresas formales en México, manejan sueldos por arriba del mínimo, «por lo que el impacto económico no es significativo para ellas, no así a quienes no están formalmente establecidas, es decir, el aumento afecta economicamente a las micro y pequeñas industrias».
Domínguez Alatorre rechazó que este incremento salarial vaya a originar un alza en los precios de productos y servicios. «El aumento en este tenor se da más bien por el efecto inflacionario del que ningún país escapa», subrayó.
