El Universal
Una más que particular y discutida historia le ha dado la vuelta a las redes sociales durante las últimas horas. Si bien ocurrió el año pasado, hasta hace poco la protagonista quiso «romper el silencio» y contó los detalles de un alumbramiento singular.
Stephenie Taylor, de 33 años, estaba ansiosa por tener un segundo bebé, pero no quería relaciones ni ningún tipo de vínculo con otra persona.
La mujer sopesó la opción más viable: la inseminación artificial. Sin embargo, en los centros médicos especializados le cobraban hasta mil 600 euros, unos 37 mil 500 pesos, según el diario ‘Daily Star’.
Ella, oriunda de Nunthorpe, Reino Unido, no tenía dinero suficiente para pagar el procedimiento.
Taylor, quien ya había tenido un hijo cinco años atrás, decidió conseguir un donante de esperma por medio de la aplicación ‘Just a Baby’, que se encarga de unir a personas que quieran ‘hacer’ un bebé de cualquier forma posible: con métodos naturales, con inseminación, donando esperma u óvulos o con vientres subrogados.
La ‘app’ posee ciertos parámetros de proximidad, edad y género para que los usuarios se puedan escoger entre sí. Tiene un despliegue digital similar a las ‘apps’ populares de citas, dado que se puede ‘aprobar’ o ‘rechazar’ a otra persona.
Stephanie, entonces, se aferró al internet como su mejor aliado y se encaminó a tener un bebé sola.
Tardó apenas un día en escoger al donante: un hombre de negocios, de 43 años.
«Él era agradable, cálido y amable. Tomamos una taza de té y charlamos», dijo en entrevista con el medio local ‘Daily Mirror’.
Después de tres semanas y constantes pruebas ETS para el donante, el hombre pudo entregar su esperma sin problema.
Ahora bien, Stephanie, ante la imposibilidad de pagar los gastos necesarios para la inseminación con especialistas, decidió llevar a cabo el procedimiento por su cuenta.
Compró un kit de inseminación y realizó el proceso siguiendo los pasos que le daban algunos tutoriales de YouTube.
Ningún médico estuvo presente.
Dos semanas después, en un viaje a la playa con su familia, empezó a sentirse mal. Comenzó a vomitar y a tener los primeros síntomas de embarazo. Tras ello, decidió comprar una prueba.
Obtuvo el resultado que quería: estaba esperando un bebé.
«Estaba en estado de shock cuando fue positivo, estaba temblando y luego estaba completamente emocionada y supe que iba a tener una niña”, dijo al citado medio.
Bebé online
“Se podría decir que es una verdadera bebé online. Se podría afirmar que si no tuviera acceso a todo eso por internet, ella no estaría aquí. Miré videos de YouTube sobre cómo hacer la inseminación, compré un kit de eBay, encontré un donante en una aplicación, por lo que es un milagro», agregó.
En principio, su familia no apoyaba la decisión, pero tras el nacimiento del bebé su postura cambió.
Stephanie dio a luz, el 5 de octubre de 2020, a una niña llamada Eden.
Afirmó que no tiene ningún problema en que su hija, quien dentro de poco cumplirá un año, conozca al contribuyente de ADN cuando sea mayor, pues tiene pensado contarle, poco a poco, cómo fue su proceso artesanal de nacimiento.
Cabe resaltar que el proceso realizado por Stephanie es sumamente riesgoso y lo más recomendable es realizar una inseminación artificial con especialistas en la materia.