Óscar Gómez
San Cristóbal de Las Casas.– Habitantes de varios ejidos del municipio de Frontera Comalapa han denunciado el horror que viven a causa de la violencia ejercida por grupos de la delincuencia organizada, identificados como cárteles en guerra.
En un escrito circulado por el Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa, relatan que desde hace varios meses, estos grupos han sembrado el terror en la región, secuestrando, asesinando y amenazando a la población, lo que ha obligado a cientos de personas a abandonar sus hogares.
«En estas semanas la guerra está muy fuerte, esto ha provocado que nos movamos de nuestras comunidades,» señalan los vecinos desplazados, quienes han salido de localidades como Paso Hondo, Santa Rita, Verapaz, Ejido 24 de febrero, Tampico, Ejido Bella Vista del Norte, Barrio Nueva Delicias, entre otras, en el municipio de Frontera Comalapa.
También han huido personas de ejidos y barrios del municipio de Amatenango de la Frontera, como Nueva Morelia, Ranchería Michoacán, Pacayalito, Bienestar Social, y muchos más.
Los relatos de horror son desgarradores. Vecinos de los ejidos Paso Hondo y Bella Vista del Norte reportaron que un grupo del crimen organizado entró a sus comunidades y se llevó por la fuerza a más de 60 hombres. Los agresores amenazaron con regresar por más personas, dejando a las comunidades en un estado de pánico y desolación.
«Nos estamos moviendo a lugares más seguros para protegernos de tanta violencia,» expresan los desplazados, quienes describen la situación como insostenible. Los cárteles no solo los despojan de sus bienes, sino que también les impiden trabajar y los utilizan para sus propios intereses, dejando a las comunidades en una situación de extrema vulnerabilidad.
Ante esta situación desesperada, los habitantes de Frontera Comalapa y Amatenango de la Frontera hacen un llamado urgente a todos los sectores de la sociedad civil para que los apoyen en su lucha por sobrevivir. Piden que se difunda su voz de auxilio y que se presione a las autoridades del estado de Chiapas, al gobierno federal y al Estado mexicano para que actúen de manera inmediata.
«Gracias por escucharnos y ojalá en sus corazones nos pongan un lugar y que pronto acabe este horror que estamos viviendo ahora en Chiapas, pero que ha venido afectando a todo México,» concluyen.