* El análisis se basa en poco más de 27 mil dictámenes de calidad del agua que llega a las escuelas y hogares aledaños
MISAEL AUTE
Luego de dar a conocer la Plataforma de Calidad de Agua en Escuelas (PCAE), diversos organismos civiles alertaron por los altos riesgos a la salud por agua contaminada provista a cinco mil 454 escuelas en al menos 954 municipios en los 32 estados del país, ante lo que exigieron el cumplimiento de la NOM 127, del Derecho Humano al Agua y al Saneamiento (DHAS).
Tras subrayar que esta opción digital pretende contribuir a una cultura de transparencia y accesibilidad de la información para la población, las nstancias: Red de Organizaciones de Acción por el Agua-FANMex, Asociación Civil Cántaro Azul y el Inventario Nacional de Calidad de Agua-INCA, pidieron un cambio en la gestión del agua, para garantizar que el vital líquido que se distribuye a escuelas, hogares y espacios públicos sea apta para consumo humano.
Señalaron que los resultados se obtuvieron de poco más de 27 mil dictámenes de calidad del agua (realizados de 2016 al 2019 por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua), mismos que rebasan los límites permisibles de tóxicos establecidos por la Secretaría de Salud (NOM-127-SSA1) y agregaron que los elementos hallados en el agua son de origen hidrogeológicos y antropogénicos.
El análisis anota que los altos niveles de contaminación de origen hidrogeológico, son resultado de una mala gestión por parte de la autoridad federal del agua Comisión Nacional del Agua (Conagua), que no asume su responsabilidad en el debido monitoreo, vigilancia y sanción de la extracción del líquido ni de las consecuencias del sobre-concesionamiento.
Respecto a la contaminación de origen antropogénico, recalca que se origina por malas prácticas de tratamiento de aguas residuales de origen agrícola, industrial, municipal y doméstico y en relación a estas
últimas, en no asegurar los fondos y capacidades adecuadas para la operación y mantenimiento de las plantas de tratamiento construidas para dicho fin, lo cual es responsabilidad compartida de las autoridades municipales, estatales y federales.
AUTORIDADES NO SE RESPONSABILIZAN
Las Asociaciones criticaron la constante excusa de las autoridades que asegura no es su atribución o que no tiene recursos, «estas justificaciones no pueden seguir siendo una respuesta, ya que se trata de cumplir con los Derechos Humanos al agua y al saneamiento consagrados en la Constitución. Es urgente atender esta grave problemática de calidad de agua para
uso personal y doméstico», aseveraron.
Consideraron asimismo que las autoridades escolares, estudiantes y sus familias deben de entender la gravedad de recibir agua de mala calidad en las escuelas y hogares aledaños y contribuir a la priorización de uso de recursos destinados a los institutos educativos para la atención y resolución de este problema con las autoridades del agua y las autoridades educativas.
Recalcaron que la plataforma digital que lanzaron tendrá un importante papel en informar y guiar a la comunidad de estudiantes y familias, directivos y docentes, así como a autoridades locales para comprender el impacto en salud y orientar sobre las rutas de acción, así como comprender la importancia de contar con agua para beber, para lavarse las manos y para poder mantener limpias y funcionales las instalaciones sanitarias de las escuelas.
Lamentaron que a pesar de tener la obligación por la Ley Federal de Transparencia y acceso a información, de “Promover la generación, documentación, y publicación de la información en formatos Abiertos y Accesibles” (Art.11 Frac.V y XII), las autoridades competentes negaron o retrasaron la entrega de la información y cuando lo hicieron la entregaron en un formato (PDF) que dificulta su procesamiento.
Revelaron que entre las sustancias nocivas que se encontraron en el agua que fue analizada están: arsénico, fluoruro, plomo, manganeso, hierro, sulfatos, nitratos, y coliformesfecales en el agua abastecida a las escuelas que fueron consideradas inicialmente para el Programa Nacional de Bebederos Escolares, representan sólo una pequeña muestra de las escuelas y hogares que pueden estar recibiendo agua no apta para uso y consumo humano, según la normativa oficial de la Secretaría de Salud.