• La población que es tratada actualmente asciende a 250 pacientes
• A nivel nacional, según datos de la Secretaría de Salud, en promedio cada año se detectan entre cinco mil y seis mil nuevos enfermos
• El organismo creó “Pulseras Doradas”, club de donadores altruistas de sangre y plaquetas
MISAEL AUTE
Chiapas ocupa el segundo lugar a nivel nacional en incidencia de cáncer infantil; actualmente registra 250 enfermos que reciben tratamiento, pero por cuestiones multifactoriales se desconoce el número exacto de menores afectados por este mal, destacó Humberto Niño de Haro, Comisionado de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) Chiapas.
Tras subrayar que a nivel nacional, según datos de la Secretaría de Salud, en promedio cada año se detectan seis mil nuevos enfermos, lamentó que un importante número de niños no son tratados por alguna institución médica por, entre otras cuestiones, deficiencias en el diagnóstico o por no contar con recursos económicos para viajar y recibir medicamentos.
“Dicho retraso en algunas entidades se estima en ocho meses y desafortunadamente la cifra es trágica para Chiapas, pues se sabe que muchos nunca llegan a un hospital. Es por ello que Amanc abrió nuevamente su oficina y desea involucrar a la sociedad en diversas causas, como la formación del club ‘Pulseras Doradas’ de donadores altruistas de sangre y plaquetas”.
Reveló que la leucemia es el tipo de cáncer más común entre los niños y adolescentes que padecen la enfermedad. “Casi 80% de los casos entran en esta clasificación, cuya naturaleza origina que los pacientes requieran transfusiones de manera constante, tarea que se dificulta para aquellas familias que viven en comunidades apartadas y que tienen algún integrante con cáncer”.
Al interrogársele sobre si se conoce el número total de afectados por este padecimiento en la entidad, el entrevistado negó conocerlo, pero señaló que en la zona Frailesca se concentra la mayor parte de los niños que lo padecen. “No sabemos cuántos menores no han sido diagnosticados, mientras que en el 75% de los casos en que se detecta, se hace de manera tardía, es decir, cuando ya están en etapa 3 o 4 de la enfermedad”, aseveró.
Sobre la crisis que existen en algunos estados por el medicamento que trata este mal, De Haro comentó que en Chiapas, antes de preocuparse por el mismo, se requiere inicialmente el tener físicamente a los niños afectados y así proporcionarles el tratamiento de manera integral.
UNA VIDA DE 38 AÑOS
Dio a conocer que el organismo tiene 38 años de vida en el país, en los cuales se ha tratado en tres diferentes ocasiones de que tenga una filial en la entidad. “Hace nueve años un primer grupo de voluntarios trató de abrir una oficina aquí, pero no les fue posible por deficiencias en la institucionalidad”.
En el mismo sentido, señaló que hace cinco años se trató de formar una Mesa Directiva y se realizaron algunas actividades, empero, el trabajo no despuntó. “Recién el año pasado dos personas llegamos de la Ciudad de México y empezamos a desarrollar tareas aquí”.
