La Plaza de la Constitución vibró al son de la marimbanda y los olanes multicolores se alzaron en vuelo desde la cintura de las Chiapanecas.
Los Parachicos, al son del tambor y el carrizo hicieron despliegue de ritmo y algarabía cautivando el corazón del pueblo mexicano, que en multitud ovacionó la riqueza artística de Chiapas.