Chiapanecos me vinieron a ver la “cara de pendejo”: Barbosa Huerta

Marigely Peralta

-“Me vinieron ver la cara de pendejo, que es lo peor, yo los invité a ser integrantes de un gobierno honesto, no de rateros, así de sencillo», reprochó el gobernador de Puebla.

-Entre los señalamientos del gobernador de Puebla en contra de los exfuncionarios chiapanecos está la corrupción en los Ceresos como en San Miguel, donde crearon un pueblito en el que se cobraba por el uso de cuartos para visita íntima y por la entrada de sexoservidoras.

Tuxtla Gutiérrez. – Raciel López Salazar y su equipo de colaboradores chiapanecos que encabezaron la Secretaría de Seguridad Pública en Puebla, por poco más de un año, construyeron una mafia y me vinieron a ver “la cara de pendejo”, acusó en entrevista el gobernador de la entidad Miguel Barbosa Huerta.

Ante el cuestionamiento sobre el desempeño de López Salazar en su gobierno, el mandatario estatal manifestó que su llegada fue a recomendación expresa de Yassir Vázquez y ante la crisis de seguridad pública que atravesaban en Puebla, confió en la experiencia del ahora exfuncionario en ese rubro.

“En el momento de la crisis de seguridad que traíamos con el asesinato de tres estudiantes de Medicina y el conductor de Uber, teníamos que tomar decisiones, hacer labor rápido y Raciel es un hombre experimentado, un hombre eficaz, pero le rodea un equipo que él maneja, de puro mafioso”, expresó.

En febrero de 2020 el chiapaneco Raciel López Salazar tomó posesión como titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Puebla. El ex subprocurador de Justicia en Chiapas colocó a paisanos suyos en puestos claves del sector, incluidos los centros penitenciarios.

Entre las acciones por las cuales ya existen procesos de orden penal en contra del grupo de mafiosos chiapanecos, están la creación de un “pueblito” en el Cereso de San Miguel en el que se cobraba por el uso de cuartos para visita íntima y por la entrada de sexoservidoras.

“Cuando los chiapanecos se fueron, en el tiempo que estuvieron allá en el reclusorio, construyeron un pueblito en el patio de San Miguel, y llegaban a cobrar 2 mil 500 pesos la noche y 250 pesos la hora”, expuso.

El tema de los reclusorios tiene que ver con eso y tiene que ver con asuntos de enorme corrupción que todo el tiempo ha funcionado así y que los chiapanecos la llegaron a recrudecer.

El gobernador dijo que ese “pueblito” ya se derrumbó piedra por piedra, ya que eran construcciones formales, hecha de tabique, con techos, servicios de baños, televisión y camas, “a ese nivel llegaron, pero ya se derrumbó, completito, y ya hay una denuncia penal que está en curso, no bueno, eso así ocurrió y todo se tiene que corregir”.

Enfatizó que toda esta situación se presentó porque el exsecretario de Seguridad Pública, Raciel López Salazar lo permitió.

El titular del Poder Ejecutivo explicó que adquirió tecnología como identificadores biométricos y cámaras. Sin embargo, con la llegada de Raciel López Salazar a la Secretaría de Seguridad Pública, todo este sistema de seguridad en las prisiones fue desconfigurado.

«Adquirimos tecnología, pero ¿qué pasó con esa tecnología? La desconfiguraron intencionalmente los chiapanecos», dijo

Barbosa Huerta detalló que poco a poco se percató de las irregularidades que ocurría en la dependencia de seguridad con las constantes denuncias y publicaciones periodísticas a las cuales, Raciel López siempre era tajante en asegurar que eran difamaciones sin fundamentar su defensa, ahí entendió que era porque estaba coludido.

Respecto a su colaborador, Pedro León Toro, en ese entonces subsecretario de Coordinación y Operación Policial, “cuando le dije investiga, López Salazar argumentó: no es cierto es un gran servidor público honesto leal, es un defensor de los derechos humanos, el hampón ese y se pasaron muchas cosas que a mí me revelaron y tuve pruebas”.

“Me di cuenta que algo no estaba bien cuando vi que las instrucciones que yo daba él las valoraba para decidir si las cumplía o no, porque eso es lo peor que le puede pasar a un servidor público”.

Para tomar acciones al respecto, fue necesario de un consenso con el Ejército y la Fiscalía y concluyeron que era necesario limpiar de toda esa mafia la entidad, que ya iba encaminada al aumento de la delincuencia organizada, por ello empezó a destituir a los colaboradores de cada uno de ellos, orillando a Raciel López Salazar a presentar su renuncia.

“Me vinieron a ver la cara de pendejo que es lo peor, yo los invité a ser integrantes de un gobierno honesto, no de rateros, así de sencillo», reprochó el mandatario estatal.

Fue en abril de 2021 que Raciel López Salazar dejó el cargo, tras lo cual Barbosa Huerta ha hecho diversos señalamientos de corrupción de los funcionarios de origen chiapaneco.

Apenas ayer circuló la versión de que el hombre fuerte en los gobiernos de Sabines y Manuel Velasco le fue girada una orden de aprehensión, a la cual se amparó, pero como los delitos que supuestamente se le persiguen son graves, podría ser detenido en cualquier momento.

LOS ANTECEDENTES LABORALES DE RACIEL
En 2009, el chiapaneco incursionó en la administración pública cuando fue Procurador General de Justicia del estado de Chiapas, institución en la cual desempeñó cargos como Subdelegado de Averiguaciones Previas, Encargado de Delegaciones Federales, Encargado de la Fiscalía Especializada en Delitos de Propiedad Intelectual; y Director de Estudios y Divulgación del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia.

En 2009, cuando era gobernador Juan Sabines Guerrero, fue nombrado procurador, y en 2017, con Manuel Velasco, fiscal.

López Salazar inició su vida en la política en 2012 como precandidato a diputado local en Chiapas por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). En 2015 fue electo diputado federal por la vía plurinominal bajo los colores del el PVEM, cargo donde sólo fungió por un mes puesto que solicitó licencia para regresar a su cargo como Fiscal de Chiapas, donde previamente había pedido un permiso.

Tres años después, fue nuevamente candidato a diputado federal por Morena, aunque esta vez por la vía uninominal. En 2019, fue nombrado delegado de la Fiscalía General de la República en el Estado de México.