La Jornada
Ciudad Juárez, Chih. El ex gobernador del estado de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, actualmente detenido en el Cereso Estatal por el delito de peculado, envió una carta abierta a la sociedad chihuahuense acusando al también ex mandatario Javier Corral Jurado, de tener nexos con el crimen organizado.
En el documento enviado a través de uno de sus abogados defensores explicó que “Corral brindó protección al grupo generador de violencia al que pertenece «El Chueco» Noriel Portillo, quien asesinó a sangre fría a dos sacerdotes jesuitas y al guía de turistas en Cerocahui, hecho que lamentamos profundamente”.
Agrega que “este grupo delictivo está detrás de la muerte de la periodista Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en el año 2017 y del turista norteamericano Patrick Braxton – Andrews el 2018 que fue perpetrado por «El Chueco”.
Argumenta Duarte Jàquez en la carta que escribió desde el Cereso Estatal de Alta Seguridad que es fundamental saber las razones por las que Corral invadió y contaminó la escena del crimen donde se encontraban evidencias importantes del homicidio de la periodista Miroslava Breach; que curiosamente los autores señalados en ese homicidio coinciden con el mismo grupo generador de violencia que atentaron contra los Sacerdotes Jesuitas. ¿Coincidencia?.
Dice que “Corral hizo hasta lo imposible para deslindar a quienes usaron hasta los mismos teléfonos de su escritorio de Gobernador para hacer las grabaciones a Miroslava Breach y que fueron el móvil de su artero homicidio”.
“También vale la pena mencionar que ante estos hechos Corral – aprovechando su relación jerárquica- con un entonces funcionario de su Gobierno y paisano de Miroslava al cual citó en su despacho junto con el Fiscal Peniche, le dijeron que lo iban a ayudar, y ahí mismo le aconsejaron y dictaron su declaración le “tomaron una declaración ministerial” que sirvió para hacerlo su chivo expiatorio, hoy está en la cárcel, logrando Corral deslindarse el mismo y “proteger” a sus más cercanos colaboradores de este homicidio de una manera tramposa y vil.
El mismo Gobernador Corral estuvo muy activo en la investigación de la periodista asesinada y que hoy nos queda claro como la manipuló. Debería aclarar cuál fue su verdadero interés en el asunto, ya que plenamente coincide este caso con el homicidio del Ciudadano Norteamericano, el del Guía de turistas y el de los 2 sacerdotes Jesuitas. Aquí podemos aquilatar el grado de protección qué otorgó Corral a este grupo criminal. No hay ninguna duda de su complicidad.
Asimismo, causa relevancia el estudio presentado por la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) en su hipótesis de cómo Corral asumió el poder con la operación de la delincuencia organizada y cómo les regresó la plaza fronteriza a ese grupo delictivo, posicionándolos de nuevo en el narcomenudeo, la extorsión y el secuestro.
Señala que es elemental conocer las razones por las cuales en 2018 no se detuvo ni se persiguió a «El Chueco»: Javier Corral durante su administración como Gobernador de Chihuahua desmanteló la estrategia en materia de seguridad que había sido exitosa y había desactivado la ola de violencia que venía ubicando a Ciudad Juárez como la ciudad más peligrosa del mundo por 10 años consecutivos. Dicha estrategia dio como resultado que, en mi administración, está localidad fronteriza saliera de la lista de las primeras 50 ciudades más violentas del mundo y sin hacer uso excesivo de la fuerza.
Entre las acciones realizadas por Corral Jurado están que eliminó la estrategia de tener concentrados en un solo penal (el de Chihuahua capital) y en un solo módulo tanto a secuestradores, extorsionadores como multihomicidas con inhibidores de señal, vigilancia especial y seguimiento para controlar la operación de los capos en este y en los demás Ceresos Estatales.
Nos sorprende de sobremanera que en el Gobierno de Javier Corral regresaron a varios penales, pero principalmente al Cereso de Ciudad Juárez, a extorsionadores, secuestradores y multihomicidas, y simultáneamente vimos resurgir estos delitos de alto impacto en la frontera cuando ya estos delitos habían sido totalmente controlados en mi Gobierno.
De igual manera, desmanteló la estrategia del Mando Único, la fórmula que implementamos y con la que se había logrado contener los índices de violencia, homicidios dolosos, la extorsión y el secuestro en toda la entidad.
Además, se les retiró el bono a los policías que acudían a trabajar a la Sierra y zonas de riesgo en el Estado, entre otras prestaciones y también se les suspendió el estímulo que se entregaba a medio año a toda la Policía Estatal.
Dice que a todos los chihuahuenses les ha quedado claro como en el Gobierno de Javier Corral Jurado los grupos delictivos fueron intocables, se movieron con total impunidad, detonándose nuevamente la inseguridad y la violencia en todo el Estado, arraigándose los diversos grupos criminales en toda la geografía estatal.
Duarte Jáquez dice que está consciente de los riesgos de estas declaraciones, pero hoy las asumo. Habré de demostrar mi inocencia, exhibir las falsas acusaciones y desenmascarar al más corrupto corruptor mentiroso, holgazán y protector de asesinos que haya Gobernado Chihuahua ese es Corral. No es la primera vez que enfrento retos enormes. Como gobernador asumí estos riesgos y logramos combatir con éxito la delincuencia en el estado.