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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas informó este viernes (12.04.2024) que cerca de 100.000 personas huyeron de la zona metropolitana de Puerto Príncipe (Haití) en el último mes debido al recrudecimiento de los ataques de las pandillas armadas, que controlan buena parte de la capital del país caribeño.
Según los datos recabados en las estaciones de autobuses más utilizadas, la OIM constató que entre el 8 de marzo y el 9 de abril, 94.821 personas huyeron de la capital para dirigirse principalmente a los departamentos del Gran Sur, que ya albergan a 116.000 desplazados que huyeron en los últimos meses. La cifra anterior de la OIM informaba de 53.000 desplazados entre el 8 y el 27 de marzo.
La agencia señala que estas cifras no reflejan necesariamente todo el flujo, ya que algunos desplazados no pasan por los puntos donde se recaban los datos. Además, las provincias de destino «no cuentan con infraestructuras suficientes y las comunidades de acogida no disponen de recursos que les permitan hacer frente a estos flujos masivos de desplazados desde la capital».
Se van el tiempo que sea necesario
Según los datos, la mayoría (63 por ciento) de las casi 100.000 personas que huyeron de la capital ya eran desplazados internos, que a menudo se habían refugiado primero con familiares en el área metropolitana de Puerto Príncipe. Pero la OIM ha observado un nuevo fenómeno: mientras en marzo los desplazados internos eran los primeros en abandonar la capital, con el tiempo, los que no habían sido desplazados antes también están decidiendo marcharse.
«Esto describe aún más el deterioro de la situación en la capital, dado que abandonar la capital podría ser una decisión relativamente más rápida para alguien que ya estuviera desplazado que para alguien que aún estuviera en su casa y decidiera abandonarla para buscar refugio en las provincias», comenta la agencia de la ONU.
La gran mayoría (78 por ciento) de las personas entrevistadas por la OIM afirmaron que abandonaban la capital debido a la violencia, y el 66 por ciento dijo que se quedaría fuera «el tiempo que fuera necesario». Haití lleva décadas asolado por la pobreza, las catástrofes naturales, la inestabilidad política y la violencia de las pandillas armadas.