Dejará el cargo sin aclarar el conflicto de interés por permitir que una Regidora fuera la proveedora de servicios de traslados aéreos de funcionarios municipales, lo cual está prohibido por la ley
En 2018, cuando inició el primer trienio del gobierno municipal de Tuxtla Gutiérrez que encabeza Carlos Orsoe Morales, ni el mismo edil se imaginó el repudio y la forma gris cómo terminaría seis años después, tomando en cuenta que en 2021 se reeligió.
De hecho, en esa ocasión el «otrora priísta», contó con el consenso del morenismo en Chiapas para repetir, pues gracias a algunas acciones a favor de la ciudadanía, representaba mantener un elevado porcentaje de la preferencia electoral para los comicios federales.
CÁRTEL INMOBILIARIO
No obstante, los créditos del edil comenzaron a esfumarse con diversos hechos en los que nunca dio la cara para aclararlos. Uno de ellos fue el del llamado Cártel Inmobiliario que se descubrió en la capital y con el que diversas familias fueron estafadas.
Según investigaciones periodísticas, el fraude consistía básicamente en que personas cercabas a Morales Vázquez vendía casas-habitación que ya tenían dueño, en el peor de los casos, y otras que entregaban con escrituras apócrifas.
Este fraude alcanzaría a funcionarios municipales y Notarios Públicos 19, 46, por citar algunos, además del entonces encargado de la oficina del Registro Público de la Propiedad en Tuxtla, Leonardo Daniel López Gálvez, el cual es señalado de alterar expedientes
Otro escándalo que nunca se resolvió es el referente al conflicto de interés que existe al interior del Cabildo, pues pese a ser prohibido por la ley, la 4ta Regidora, Jary Vanessa Peña Quan, brinda al Ayuntamiento los servicios de traslado aéreo y reservas de sus funcionarios.
No es secreto que la mencionada Regidora es dueña de una agencia de viajes, además de ser íntima amiga de la hija de Morales, por lo que el cargo que en menos de 15 días dejara de ocupar, fue obtenido por amiguismo, algo también contemplado como prohibido por la ley.
«Gracias» a esos excesos, el Presidente Municipal no contó con el respaldo del sistema y pese a su pertinaz e inventada campaña de representar el «verdadero Obradorismo», no salió favorecido en las encuestas que realizó Morena para contender por otro cargo de elección popular.
Al empezar a verse relegado, Carlos Orsoe dio su apoyo y recursos del Municipio al exsecretario de Movilidad y Transporte, Aquiles Espinosa, quien buscaba ser el elegido para competir por la alcaldía tuxtleca, solo que también perdió.
Así las cosas, el flamante titular del Ejecutivo en la capital de Chiapas no le quedó más que replegarse y tratar de terminar su gobierno de forma más decorosa, ante lo que inventó ofrecer 16 informes de gobierno, en vez de uno como se hace tradicionalmente.
Y es que no le quedaba otra opción para visibilizarse, pues a 12 días de terminar su segunda administración, ya no es invitado a ningún evento del gobierno estatal.