Leticia Bárcenas y Gabriela G. Barrios
El artista plástico Carlos Jurado Delmar regresa a Chiapas, su tierra natal, para presentar la tercera edición del libro El arte de la aprehensión de las Imágenes y el Unicornio, obra de culto que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) editó por primera vez hace 30 años, “el historiador y crítico de arte José Antonio Rodríguez, dice que es el libro más fotocopiado de México. Yo no tengo el libro original porque los que tuve en mis manos, creyendo que me iban a dar más, los regalé.”
En este libro, el pintor de profesión y fotógrafo por curiosidad, escribe sobre la forma de obtener fotografías a través de una cámara de cartón, con la ayuda imprescindible de un cono llamado unicornio. “Es tan simple, cualquier objeto que pueda aislarse de la luz, como una caja de zapatos, es una buena cámara.”
Sonríe y sus ojos azules se iluminan al recordar cómo inició esta etapa de su trabajo artístico “Empecé a hacer ese tipo de fotografías por casualidad; tengo una hija, que en los años setentas era muy pequeña y estudiaba en una escuela activa, un día llegó diciéndome que le habían dejado como objetivo de investigación descubrir cómo se transmite y se proyecta la luz en una caja oscura, entonces hicimos una cajita para probar, es una cosa muy antigua, por curiosidad le pusimos una película fotográfica, yo tenía un antecedente mas o menos primitivo de cómo se revelaba con la película, lo hicimos, me gustó el resultado, así empecé a hacer esto. Eso fue lo que me inició, la curiosidad infantil de mi hija.”.
Al igual que los niños, Carlos Jurado experimenta, crea, hace magia. “Aparentemente es sencillo pero hay una serie de factores que intervienen, hay leyes físicas muy estrictas. En la cámara tradicional, como dice mi hija: la de verdad, el fotógrafo es el que manipula la cámara, sabe exactamente qué es lo que quiere, lo que toma, porque tiene un visor que le permite encuadrar exactamente el ángulo que él desee, en la cámara estenopeica es al revés, el estenopo (pequeña perforación que sustituye al lente, por el cual penetra la imagen) lo maneja a uno porque no se sabe exactamente qué va a ver, puede tener una aproximación pero no hay una exactitud. Este tipo de trabajo le permite a uno tener un índice interesante de búsqueda, de experimentación y de resultados creativos porque por razones físicas el estenopo le da ángulos y atmósferas que no son comunes. Hay algo un poco misterioso en las imágenes estenopeicas.”
MAGIA Y ALQUIMIA
Este aprendiz de alquimista, como se considera, cree en la magia y en los unicornios. “¡Por supuesto que creo en los unicornios! Lo malo es que mucha gente no los quiere ver y los tiene enfrente.” Sin embargo, dice tenerle respeto a la tecnología y no sentir curiosidad por usar una cámara digital “admiro la tecnología, creo que es inherente al momento que estamos viviendo. Tengo amigos que dejaron la fotografía analógica y me preguntan ¿todavía usas charolitas? Les digo: todavía, todavía.” Reímos y en seguida él agrega que tampoco necesita un teléfono celular. “La gente está abusando del celular y está perdiendo libertad, todo mundo sabe donde están, y que están haciendo. No quiero usar un celular en mi vida. También tengo una computadora pero está ya muy vieja, la uso solamente porque no me queda más remedio, para recibir y enviar mensajes, estoy obligado a hacerlo.”
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