El Universal
Brasilia.— El presidente Jair Bolsonaro dio ayer la gran sorpresa y obligará al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva a enfrentarlo en segunda vuelta, luego de una jornada electoral que demostró que el bolsonarismo es mucho más fuerte de lo que se pensaba.
Escrutado más de 90% de los votos, Lula quedaba primero, con 47.93% contra 43.63% de Bolsonaro. Para evitar la segunda vuelta, el ganador debía obtener más de 50% de sufragios.
Así, izquierdista y ultraderechista se verán nuevamente las caras el 30 de octubre.
El resultado de Bolsonaro sorprendió, luego de que las encuestas no le otorgaban más de 37% de votos. Lula también sorprendió, pero en sentido negativo, al obtener menos de 50% que los sondeos proyectaban lograría.
La de ayer domingo ha sido una de las elecciones más polarizantes en décadas en el gigante sudamericano. Bolsonaro prometió que no se iría sin luchar y cumplió. El resultado deja a Lula reevaluando la estrategia para lograr más votos, mientras que el mandatario recibe gasolina electoral.
El bolsonarismo mostró su fuerza en el centro-oeste y sur de Brasil. El mandatario obtuvo, de hecho, un resultado similar al que logró en 2018, cuando fue elegido por primera vez (46.03%). En Río de Janeiro, el candidato de la ultraderecha se quedó incluso con 50.9% de los votos, frente a 40.7% de su rival.
Lo que la elección de ayer domingo deja ver es que más de un 43% se identifica aún con su movimiento conservador. Otros temen, más bien, al regreso de Lula y la posibilidad de nuevos casos de corrupción como los que sacudieron su presidencia, y de los que al final salió bien librado.
La ola bolsonarista avanzó en varias regiones del país y en el Congreso, que tendrá un fuerte perfil conservador, sobre todo en el Senado, donde se renovaba un tercio de los escaños. En Sao Pablo, motor económico de Brasil, el candidato bolsonarista, Tarsicio de Freitas ganó al delfín de Lula, Fernando Haddad, pese a que era el favorito. En Río de Janeiro, Claudio Castro, aliado de Bolsonaro, fue reelecto para comandar el estado con 58.2% de los votos. En Minas Gerais, otro estado clave, se impuso el bolsonarista Romeu Zema. Lula no sólo deberá convencer a los indecisos, quienes pese a no querer al actual mandatario tampoco confían en él. Y además, aun ganando la segunda vuelta, enfrentará un escenario muy adverso en el Congreso, reacio a las reformas sociales que intentaría aplicar el líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Consciente del reto, Lula aseguró que la campaña comienza este mismo lunes: “La lucha continúa hasta la victoria final”, dijo a sus seguidores. “Nada ocurre por casualidad y eso me motiva porque es la oportunidad para tener un debate cara a cara con el Presidente de la República”, agregó. “Vamos a ganar las elecciones”, insistió. Lo de este domingo, consideró, es sólo “una prórroga”.
López Obrador felicita
La izquierda regional siguió con atención los comicios brasileños. Presidentes como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el argentino Alberto Fernández y el colombiano Gustavo Petro felicitaron a Lula por su desempeño en la primera vuelta. El mexicano no felicitó al estadounidense Joe Biden en 2020, a la espera de resultados finales.