Prensa Latina
El Gobierno está preparando un camino de retorno para los paisanos, que puede ser bueno, esperanzador, subrayó el director de la casa de atención a estas personas en el país, sacerdote Francisco Pellizzari.
Pero el problema –señaló- es que, en este momento, deben darles a los deportados esas oportunidades que faltó ofrecerles cuando decidieron salir.
En otras palabras, ejemplificó, si hace 10 años o cinco años no había fuentes de trabajo digno y bien remunerado, no es por milagro, y porque armen un programa, que esto se puede resolver y se pueda ofrecer.
El camino es mucho más largo, añadió, mientras reconoció que el esfuerzo es bueno, la parte que, a nivel de Ejecutivo, se puede alcanzar, la recepción de migrantes, los servicios que se les ofrecen, las indicaciones.
El problema es cuando tienen que enfrentarse con la realidad, llegan a su lugar de origen, y no encuentran trabajo, o hay mal remunerado, falta de posibilidades, describió, citado por el diario local Prensa Libre.
En relación con las políticas implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acotó que son de bullying, “en el sentido de hablar y exagerar, pasando por encima del sentido común, los derechos humanos”.
Las deportaciones masivas que iban a ocurrir en los primeros días ya no las pudo mantener, porque esa nación no tiene una estructura interna que dé abasto para como querían hacer de mil y mil 500 personas al día, remarcó Pellizzari.
Preguntado sobre un cambio a corto plazo, descartó que se esté frente a lo anunciado, pero seguramente hay una política en preparación de todo el mecanismo para las deportaciones.
No diría masivas, porque eso no lo pueden hacer, la economía decaería, pero seguramente será una numerosa en un futuro próximo, estimó.
“Pero no se da abasto el sistema que tienen, entonces tiene que organizarlo. Hay varios jueces que, prácticamente, están deteniendo todo ese gran proceso de deportaciones que querían hacer, porque, a nivel legal, era anticonstitucional”, dijo.
En síntesis, comentó el director de la Casa del Migrante de Guatemala, hay que estar preparados para un gran grupo de personas deportadas.
Lo que vemos es que no solo se ha asustado a las personas, sino también a las autoridades de todo el mundo, porque la medida era algo amenazante, inhumana y fuera de todo control, consideró.
“Hasta los países un poco más consistentes o poderosos estaban en silencio frente a todo esto. Esto ha puesto en paréntesis la migración, el flujo migratorio”, comentó.
Datos oficiales exponen aquí que en las primeras 15 semanas de 2025 (del 1 de enero al 9 de abril) regresaron de Estados Unidos ocho mil 786 chapines, un 58 por ciento menos que igual período del año anterior.