* En México cualquier persona puede perder la vida con extrema facilidad o ser desaparecida
* Las mujeres, jóvenes y niñas son carne de cañón para estos crímenes, aseguró la autora
MANUEL MONROY
“En México cualquier persona puede perder la vida con extrema facilidad o ser desaparecida, al grado de que además de estar involucrados los responsables de resolver estos crímenes de todos los órdenes de gobierno, también lo están activistas”.
La declaración pertenece a escritora y periodista Guadalupe Lizárraga, quien en el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, presentó en Chiapas su libro “Desaparecidas de la morgue”, lanzó la pregunta: “¿Cómo confiar en una investigación policial si quienes la hacen son parte de lo que se pretende castigar?”.
Tras aseverar que su creación es más que un libro, pues se convierte en una denuncia y un llamado a la conciencia, lamentó que nada se haga para investigar, detener y castigar a los responsables. “Esta es una dolorosa realidad que se vive en México, un país donde las mujeres son desaparecidas y asesinadas por el hecho de ser mujeres”, afirmó.
Durante su exposición, aseguró que en este contexto de años de terror las mujeres, jóvenes y niñas son carne de cañón para estos crímenes. “Si son pobres es mucho más fácil que su vida desaparezca, se extinga”, agregó y destacó que aunque el esquema de violencia narrado en su libro se centra en Ciudad Juárez, éste se ha extendido a todo el país.
Aseguró que en el proceso de su investigación se percató que el alto grado de corrupción por parte de los responsables de resolver los casos. “No fue un trabajo difícil, pues por indagar recibí amenazas”.
En este sentido, aseveró que la situación que vivió cuando redactaba “Desaparecidas de la morgue” es un reflejo de la fractura del Estado de Derecho, la crisis de derechos humanos, el narcotráfico, “pero también de la normalización de la violencia, a la que han contribuido en gran medida los medios de comunicación”.
Adelantó que el libro contiene historias desgarradoras que ilustran la orfandad y el acoso oficial con que las madres se enfrentan en la larga y desesperante búsqueda de sus hijas, “niñas que iban en busca de un sueño y se encontraron con la pesadilla del secuestro, de la explotación sexual y de la muerte”.
Lizárraga también detalló que el citado trabajo periodístico logró documentarlo en tres años en los que deja al descubierto las complicidades, ineficacia, desgano y participación directa de la policía y del gobierno en este tema que muestra la inseguridad y muerte a que están expuestas las jóvenes de Ciudad Juárez, Chihuahua.